Esta nota se publica en Informaciones Semanales de San Martín el 3 de diciembre de 2010
“E non e vero que e morto Garibaldi, pum / Garibaldi, pum, / Garibaldi, ja, ja, ja…”
-Don Singulario, “oggi siamo tutti garibaldini” ¿”dopo” la seguimos con “la cafetera que fa blu, blu” a lo Nicola Paone?
-En realidad el título viene por la inefable Rosita Quiroga cantando en tono de sorna aquel Shimmy muy popular de los años veinte (Remócelo en You Tube *). Era una pieza de Juan Velich y Francisco Brancatti que tenía letra de Lía Acuña de Andreotti tomando en farra el nombre de un personaje legendario de la historia finisecular.
-¿Y qué cosa le dio para recordarlo?
-En estos días que evocamos la soberanía tan heroicamente defendida por los criollos a partir de la batalla de Obligado, -cuando los detractores de siempre cuestionan el homenajear una derrota militar sin comprender su significado profundo- apareció la figura de Giusseppe Garibaldi (Niza 1807 - Caprera, 1882) encarada por diferentes autores y con comentarios tan encontrados que me movió a seguir su pista…
-Don, cuando hice la colimba, íbamos de levante alrededor de su estatua, que lo tiene montado sobre ese percherón que se parece al elefante del zoo de enfrente. Las “muchachas” tenían el fin de semana libre y aprovechábamos el franco con otros milicos para chamamecear en La Enramada con Tormo y Margarita Palacios…
-Ese monumento, levantado en Plaza Italia, fue costeado por la colectividad peninsular que ingresara en las oleadas de inmigración posterior a Caseros, en reconocimiento a la hospitalidad argentina. Eligieron para ello a su héroe nacional, quién también traqueteara estos lares. Lo que no comprendiera probablemente aquella sociedad recién llegada, de mayoría anarquista que lo adoraba en su “paese”, es que el gobierno liberal aprovechara la bolada para sus intereses partidarios, erigiéndola en lo que fueran “Los Portones”, la entrada de San Benito de Palermo, residencia de Rosas, como bravata y provocación…
-No lo comprendo don, ¿qué tiene que ver un héroe italiano con un desplante en Palermo?
-Justamente que el libertario Garibaldi, fue un héroe indiscutido para la Italia moderna, fundador junto con Mazzini y otros librepensadores del siglo XIX del Estado Italiano que incorporó los antiguos reinos hasta entonces en guerras intestinas. Pero también, para nuestro pueblo, un mercenario que participó activamente en las luchas intestinas aliado a las potencias extranjeras que intentaban ahogar nuestra independencia.
-Es demasiado fuerte eso que dice don, no puedo pensar que si todavía sobre esa estatua los italianos lo continúan honrando, a don Giusseppe la quepan esas expresiones.
-Veamos qué dicen los reportes sobre esa época. No se olvide que después de Caseros la campaña de desprestigio del rosismo se inició tratando de borrar todo lo que oliera a tal. Los actuales bosques de Palermo tienen escondida una hermosa estatua de Sarmiento del genial Rodín en el preciso lugar donde dormía el caudillo. ¡Hasta la amante Aurelia Vélez se estremecía pensando en las pesadillas que le rondarían al finado Domingo Faustino recostado sobre la cama del “tirano”! No son inocentes los que erigen estatuas. A pocas cuadras dirigiendo el tránsito está la de Urquiza vencedor en Caseros y cerquita, la del formidable Artigas parado en un obelisco mirando el Canal 7, sin su inseparable caballo…
-Bueno don Singu, no se crispe con las estatuas, para eso déjelo al profe Sulé, cuénteme algo de la vida en América de aquel fulano digno de elogios por Roma, pero según sus dichos, amado y odiado en estas tierras.
-Tanto Adolfo Saldías como José M. Rosa, los hermanos Irazusta o Ernesto Palacio, describen sus andanzas como las de un vulgar y despiadado bandolero. En cambio Mitre y sus discípulos académicos lo ven como el abanderado de las libertades universales. El colorado Abelardo Ramos opina, refiriéndose a la novela de García Márquez “El General en su Laberinto” sobre Bolívar: «Tampoco es cierto que Garibaldi, quien visitó a Bolívar en su lecho de muerte, fuera "el patriota italiano que regresaba de luchar contra la dictadura de Rosas en la Argentina". El joven Garibaldi, que deambuló por Sudamérica a mediados del siglo XIX, era un aventurero peninsular, a la cabeza de una turba de forajidos, que el propio Garibaldi, en sus "Memorias" llama "chusma cosmopolita", conocida en todas las escuadras filibusteras con el nombre de "fréres de la cóte". Esta banda temible saqueó Colonia y Gualeguaychú (en particular, poblaciones civiles desarmadas) a sueldo de los imperialistas franceses que ocupaban Montevideo. Ese otro Garibaldi, que ayudó al Conde Cavour en 1870 a fundar la unidad del estado en una península despedazada, es un personaje de la historia italiana. En el Río de la Plata trabajó para dividir. Allí, patriota, dicen. Aquí, sin duda, forajido»
-Don, veo que nos metimos en un terreno resbaladizo, es como la parrala, unos decían que sí, otros decían que no, ¿que pasó en Gualeguaychú?
-Garibaldi (se le imputa pertenencia masónica), que había sido corrido de la península itálica y condenado a muerte, comenzó una etapa aventurera como mercenario de los que guerreaban y pirateaban al servicio de los grandes imperios de la época, galos y británicos, en su pretendida conquista de territorios y mercados. Los bandos no siempre estaban bien definidos y el principal oferente ora estaban de un lado, ora del otro. Por estos lares Rosas y Oribe defendían la territorialidad histórica contra los grupos facciosos que aceptaban alianzas infames por mezquinos intereses.
El condotiero que se había alistado para acompañar al intento británico secesionita de Río Grande Do Sul, acechaba en las zonas comprendidas por aquellos territorios como la Mesopotamia (también incluida en esos proyectos), el río de la Plata y el Uruguay. Era enemigo del Restaurador. Y fue perseguido. Herido se repuso en Gualeguay, detenido en la ciudad huyó. Conformó una banda facinerosa dispuesta a cualquier cosa por la paga del mejor postor. Poe esos tiempos, las fuerzas imperiales que derrotaron a Brown -arriando de su escuadra la bandera azul y blanca de la Confederación- le concedieron la comandancia de la flota incautada, comenzando un raid dantesco contra Colonia, Martín García y Gualeguaychú, con resultados aún hoy recordados por las muertes, robos, destrucción y violación de mujeres.
-No tenía conocimiento de esas tropelías…
-Está muy grabado en la memoria de la ciudad carnavelera y anti pastera.. Como en toda nuestra educación libresca, la historia oficial pergeñada por don Bartolomé y continuada por la academia oficial, nos atragantó con mitos y leyendas sin sustento y desinformación aprovechando los respetables sentimientos de los inmigrantes, olvidando las (¿feas?) realidades e inventando novelones románticos, entre los que no falta la brasileña Anita, compañera de aventuras y madre de sus numerosos hijos uruguayos, aunque demasiado morocha para tomar el te con las damas de la “Sociedad montevideana” de entonces.
Si le sumamos que muchísimas fortunas y prestigios de familias tradicionales nacieron así, podremos entender el mantenimiento de tales fabulaciones. Es así que entre estos dos pueblos entrerrianos que comparten la raiz del nombre, la figura del peninsular guarda rivalidades insalvables, soterrados antagonismos nacidos en aquellas acciones, especialmente con descendientes de los legionarios garibaldinas asentados por la zona.
Un muy interesante desarrollo del ataque y saqueo de Gualeguaychú, con lujo de detalles de toda la acción, los hombres que la defendieron como así también los que colaboraron, un prolijo inventario de los bienes apropiados y sus víctimas, firmado por Silvia Razzetto de Broggi se encuentra en la Revista Cuadernos de Gualeguaychú, que recomendamos por la cuidadosa investigación.
-Sabe don Singulario que cada vez que traemos historias añejas, le encuentro un enorme parecido a situaciones actuales, esa Anita tan morocha me recuerda a una rubia televisible por dentro y por fuera…
-¡Ue paesano! ¡Ue, ue paesano, come sta!
donsingulario@hotmail.com http://donsingulario.blogspot.com/