BELGRANO TRADUCE A WASHINGTON (2ª parte)
-¡Hola don
Singulario! ¿Seguimos con la traducción de la despedida de Washington,
realizada por don Manolo?
-La semana pasada
recordamos la razón de la premura para dar a conocer dicho documento. Se abría
la Asamblea y los congresistas debían contar con argumentos para deliberar.
Algunos pocos tenían claridad de sus designios por sus intereses particulares o
corporativos, (propietarios, clérigos, comerciantes, etc.) como lo plantearon
los conservadores del Primer Triunvirato con Rivadavia a la cabeza. Que algo
cambiara para que todo siguiera igual…
-Gatopardismo que
le dicen…
Otros buscaban
recuperar los ideales primigenios de los revolucionarios de 1810, abortados con
la Junta Grande. La Sociedad Patriótica liderada por Monteagudo por un lado y
por el otro los recién llegados, los Caballeros Racionales (conocidos como
Logia Lautaro) esencialmente San Martín y Alvear.
En esa situación,
Belgrano en campaña por el norte consideró indispensable influir en los
congresistas que se reunirían en el Congreso y necesitaba de herramientas de
peso para combatir a los poderosos intereses porteños contrarrevolucionarios,
amén de la influencia de activos emisarios europeos y otros aventureros.
-¿Ud. cree que esa es la razón de la
traducción a las apuradas que nos contó la semana pasada?
(Paréntesis. Las
apuradas se deben a que Belgrano, comandante en operaciones libraría pocos días
después la gloriosa batalla de Salta que cerraría a los españoles el acceso al
Alto Perú, venciendo a Pío Tristán. El próximo miércoles 20 de febrero se
cumplen doscientos años y por ese motivo se decretó feriado nacional)
-Volviendo a su
pregunta, no me caben dudas, es el genial traductor quien lo declara explícitamente:
«Para ejecutarla con más prontitud
[...] no con aquella propiedad, elegancia y claridad que quisiera»
Es interesante
rescatar al Manuel Belgrano dirigente político y revolucionario, impulsor en la
Primera Junta del Plan de Operaciones que producirá Moreno. A horas de
la instalación de la Asamblea Constituyente (que ya no juraría por el rey
Fernando) se preocupa de alcanzarles con urgencia este otro documento poderoso.
Ambas obras tienen
tanta importancia para la concreción de una nación soberana e independiente de
cualquier influencia extraña, que la historiografía oficial mitrista las ha
mantenido en un limbo documental. El primero perdido, el segundo en archivos
particulares.
-Supongo don que
son esos papeles que queman y que la “intelligentzia” (como diría Jauretche) hace
todo lo posible para “olvidar”. Aprovechan nuestro ancestral rechazo a los
gringos para ningunearlo.
-Buscando en
Internet algo sobre este asunto, encontré que el Instituto Belgraniano lo tiene
colgado como un hecho anecdótico: “la única traducción al castellano”, “que
usaba nuestro prócer patillas como el yanqui”, y otros chimentos al estilo TV
vespertina, pero de la acción política referenciada al momento de su
publicación, nada…
-¿Qué cosas decía
para ser tan importante traducirlo y que lo leyeran los congresales que se
estaban reuniendo?
-Muchas y
fundamentales para la construcción de una Nación en un proceso de
descolonización e independencia de Inglaterra, Francia y España, como fueron
los Estados Unidos al finalizar el siglo XVIII.
Nuestro egregio don Manuel, que se sublimaba
con la nuestra, escribía en la introducción: «Suplico solo al gobierno, a mis conciudadanos y a quantos piensen en la
felicidad de la América, que no se separen de su bolsillo este librito, que lo
lean, lo estudien, lo mediten, y se propongan imitar á ese grande hombre, para
que se logre el fin a que aspiramos, de constituirnos en nación libre é
independiente [...]»
-Es decir don, que
consideraba que aquella oración de despedida era algo así como un manual
independentista…
-Así es. Veamos algunos párrafos según el texto
original de la traducción (todo sic) (*)
«Tambien os es apreciable en el dia la unidad de
gobierno, que os constituye una nacion; [...] pues es la columna principal del
edificio de vuestra verdadera independencia, el apoyo de vuestra tranquilidad
interior, de vuestra paz exterior, de vuestra seguridad, de vuestra
prosperidad, y de esa misma libertad que tanto amais [...] siendo este el punto
de vuestro baluarte político contra el cual se han de dirigir con mas
constancia y actividad las baterias de los enemigos interiores y exteriores
(aunque muchas veces oculta é insidiosamente) es de suma importancia, que
sepáis bien quanto interesa vuestra unión nacional á vuestra felicidad general
y particular; que fomentéis un afecto cordial, habitual, é invariable hacia
élla, [...] rechazando quanto pueda excitar aun la mas minima sospecha, de que
en algun caso puede abandonarse; y mirando con indignacion las primeras
insinuaciones de qualesquier tentativa, que se hiciere para separar una parte
del pais de los demas, ó para debilitar los lazos sagrados, que actualmente las
unen»
-Clarísimo don, los exhortaba para defender la unidad frente
a los enemigos, internos y externos.
- Revolucionario, una vez logrado el objetivo se
transformaba en respetuoso a las leyes
«La base de nuestro
sistéma político es el derecho del pueblo para hacer ó alterar sus
constituciones de sus gobierno; pero la constitución, que alguna vez exista,
mientras no se cambiase por un acto autentico y explicito de todo el pueblo,
obliga á todos por los derechos mas sagrados. La misma idea del poder, y
derecho del pueblo á establecer un gobierno, supone también la obligación que
tiene cada individuo de obedecer al gobierno establecido.
Todo obstáculo á la execución de las leyes, toda
combinacion, y asociación, [...] si tiene por objeto verdadero el dirigir,
contener, intimidar, ú oponerse á las deliberaciones, y acciones arregladas de
las autoridades constituidas es destructivo de este principio fundamental, y de
resultados muy peligrosos. Tales medios sólo sirven [...] para sostituir (sic)
á la voluntad de la nación, la voluntad de un partido, y muchas veces de
una parte de la comunidad muy pequeña,
pero artificiosa y emprendedora, a todo él, y para, según los triunfos alternados de los diferentes
partidos, hacer que la administración pública sea el espejo de los proyectos
desconcertados y monstruosos de las facciones, en lugar de ser el órgano de
planes conseqüentes y saludables, dirigidos por la consejos comunes y modificados
por los mutuos intereses»
-Don Singulario, me parece que el yanqui aquel era un
iluminado que leía el futuro. Sólo este párrafo me retrotrae a nuestra
actualidad donde combinaciones de empresas, asociaciones, corporaciones y otras
yerbas obstaculizan la ejecución de leyes votadas por el Congreso, para sustituir
la voluntad mayoritaria en beneficio de una parte muy pequeña de la sociedad, al
decir del míster…
-Como le señalaba al principio, el hecho que este
documento se haya escamoteado del conocimiento público, pese al pedido expreso
del traductor, tiene el sentido del homenaje falaz: poner a Belgrano en el
bronce y ocultar su pensamiento.
Nota: Cuando se transcriben documentos antiguos del
original todo es sic
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