jueves, 21 de febrero de 2013

BELGRANO TRADUCE A WASHINGTON (3ª parte)

Esta nota fue publicada en el Periódico Informaciones Semanales de San Martín (PBA) el 23 de febrero de 2013 

BELGRANO TRADUCE A WASHINGTON (3ª parte)
-¡Hola don Singulario! ¿Así que piensa seguirla con el gringo hoy?


Belgrano en campaña  (*)
-Digamos que concluir. Es tanto el material de actualidad que tiene aquella Despedida de Washington al Pueblo de los Estados Unidos, traducida por Manuel Belgrano hace doscientos años, como forma de adoctrinamiento a los congresistas de la Asamblea del Año XIII, que no podemos menos que volcar algunos pocos párrafos más, quedándonos la seguridad que seremos infieles por haberla tijereteado de tal forma.

-Vamos don, que los interesados hagan como en casa y la bajen de Internet, la encontramos en su blog y nos pareció muy interesante la confrontación de las dos versiones, aunque un poco complicada de leerla.

-El formato “blog” no es para  mí, le recomiendo que, como siempre hacemos, vaya a la original. Aunque resulte un poco rara la lectura con la grafía de aquellos tiempos, uno se adiestra.

-Es verdad, Ud. nos tiene acostumbrados y ya casi ni se nota. Es un rasgo curioso e interesante a la vez. Mi nieto lo utilizó en su clase de historia y el profe lo felicitó.


Jorge Washington
-Bueno, para aprovechar el espacio vayamos al grano. Entre las cosas que Washington recuerda a su pueblo en el momento que decide retirarse de la vida pública, luego de un extenso período de gobierno dice:

« Quando por primera vez me determiné á desempeñar el ar­duo cargo, os manifesté con oportunidad mis ideas [...] mas la experiencia propia, y aun mas las de otros, ha aumentado los motivos de desconfiar de mí mismo; y creciendo cada vez mas el peso de mis años, me avisa, sin cesar, que la sombra del retiro me es tan necesaria como se me será agradable. Satisfecho de que, si mis servicios han tenido algun valer, solo ha procedido de las circunstancias, tengo el consuelo de creer, que si la eleccion y la prudencia me llaman á separarme de la escena política, el patriotismo no me lo prohibe. »

-Leí que sentía que las fuerzas no le alcanzaban y le gustaría dedicarse a disfrutar la vida privada con la familia en sus propiedades camperas, tal es así que fallece tres años después, ¿no es cierto don?

-Algunos politólogos a la violeta, que tienen asignada a perpetuidad su columna en el diario que cuida las espaldas al inventor de la historia oficial argentina, el año pasado quisieron aprovechar este documento para argumentar contra la posibilidad de la reforma constitucional y las reelecciones presidenciales.

-Le cuento una anécdota don, que escuché en boca de abogados, arguyendo con absoluta seriedad que la Constitución es “pétrea” en el sentido de la imposibilidad absoluta de modificarla. Decían que eso les habían enseñado en la cátedra de Derecho Constitucional su profesor, un tal Barra. Se armó un tole-tole que no le cuento. El nombre del profe, uno de los responsables de la nefasta década de 1990, y la afirmación de tal necedad fue rebatida con muchos argumentos, recordando que cuando les conviene a los poderes de turno, la Constitución puede ser derogada por un Decreto como ocurrió en 1955 o con el Estatuto de la Revolución Argentina de 1966.

-En la columna de la semana pasada revelamos cómo el propio Washington explicaba que «mientras no se cambiase por un acto autentico y explicito de todo el pueblo» dando por sentado, de igual forma que lo determina la nuestra, que sólo el pueblo en democracia puede modificarla. Y en nuestro sistema eso se hace cuando las mayorías lo deciden...
Como no es nuestro interés reducirnos a polémicas que nada tuvieron que ver ni Washington, que se retiraba por el peso de sus años, ni Belgrano donde nadie hablaba de elecciones y menos de re-re, vamos a continuar bajando párrafos que sí, tenían mucho que ver “allá y entonces” al igual que en el “aquí y ahora”. Veamos este párrafo

« Sostened el crédito público como manantial importante la de fuerza y seguridad. Uno de los medios para conseguirlo es hacer uso de él con la mayor parsimonia posible, cultivando la paz, para evitar las ocasiones de gasto; [...] evitando también que se acumulen deudas, no sólo huyendo de las ocasiones de gastar, sino haciendo esfuerzos vigorosos en tiempo de paz, para pagar las deudas que hayan ocasionado las guerras inevitables, y no cargar à la posteridad, de un modo poco generoso, con un peso que nosotros debemos soportar. La execución de estas màximas corresponde à vuestros representantes; pero debe cooperar à ella la opinión pública. Para que puedan estos cumplir con sus obligaciones, con más facilidad, es indispensable, que tengáis presente, siempre, que para pagar deudas se necesitan rentas; que para tener estas son necesarios impuestos; que no hay impuesto que no sea mas o menos incómodo, ó desagradable; que la dificultad intrinseca que acompaña la elección de los objetos que se han de gravar (elección siempre difícil), debe servir de un motivo decisivo para juzgar con prudencia de las intenciones del gobierno que la hace, e igualmente para reposar en ella y soportar los medios que las necesidades públicas pueden exîgir en qualesquier tiempo, à fin de obtener rentas para atenderlas.»

-La pucha don Singu, no hace falta ninguna explicación de tan clarito que lo escribió. Estoy pensando en la 125 o en el acuartelado ex presidente del Banco Central que se oponía a todo y a la “piba” multipartidaria (sirvió a casi todos los partidos políticos) recomendando la violencia fiscal y el contrabando como método político.

-Dejémoslo al míster aquel recomendándole a su pueblo los caminos a seguir para independizarse de las garras coloniales y a nuestro magnífico prócer traduciéndolo para el conocimiento e ilustración de nuestros jóvenes revolucionarios en las maravillosas jornadas del nacimiento de  la Patria.

-Estuvimos charlando en casa don sobre este asunto. Mi nieto cumplía 16 años y con sus amigotes, que se han hecho militantes del voto “imberbe”, se trenzaron si estaba bien o mal que para hacer una revolución fueran a buscar consejos a otros países, en especial al norteamericano. Eran muy sagaces y aportaban puntos de vista novedosos para mí que vivo añorando otras épocas.

-Los jóvenes actuales están recorriendo caminos muy diferentes a nosotros y debemos escucharlos con mucho respeto. ¿Qué decían en relación a la traducción que comentamos?

-Algo muy interesante don, como que teníamos que tener en cuenta la época, que no había mucha información, que eran muy pocos los hombres ilustrados y que las élites eran muy cerradas. Uno recordó que Moreno había traducido a Rousseau y que la Revolución de Mayo estaba inspirada por algunos en la francesa y la norteamericana. Que era natural que se leyera a autores extranjeros de esas corrientes.

-Parece que estaban bien informados…

-Mi nieto, que se leyó toda la carta despedida desde donsingulario.blogspot, me dio la satisfacción de redondear la charla cuando dijo que si los gringos hoy le dieran pelota a los consejos de Washington –recordándolo todos los años en su aniversario– el mundo sería diferente.

Nota: Cuando se transcriben documentos antiguos del original todo es sic


(*) Cuadro tomado de http://www.historiasderaffo.com.ar/historias-corrientes/historias-corrientes-01.html

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