jueves, 14 de febrero de 2013

BELGRANO TRADUCE A WASHINGTON (2ª parte)

Esta nota fue publicada en el Periódico Informaciones Semanales de San Martín (PBA) el 16 de febrero de 2013 
BELGRANO TRADUCE A WASHINGTON (2ª parte)

-¡Hola don Singulario! ¿Seguimos con la traducción de la despedida de Washington, realizada por don Manolo?
-La semana pasada recordamos la razón de la premura para dar a conocer dicho documento. Se abría la Asamblea y los congresistas debían contar con argumentos para deliberar. Algunos pocos tenían claridad de sus designios por sus intereses particulares o corporativos, (propietarios, clérigos, comerciantes, etc.) como lo plantearon los conservadores del Primer Triunvirato con Rivadavia a la cabeza. Que algo cambiara para que todo siguiera igual…
-Gatopardismo que le dicen…
Otros buscaban recuperar los ideales primigenios de los revolucionarios de 1810, abortados con la Junta Grande. La Sociedad Patriótica liderada por Monteagudo por un lado y por el otro los recién llegados, los Caballeros Racionales (conocidos como Logia Lautaro) esencialmente San Martín y Alvear.
En esa situación, Belgrano en campaña por el norte consideró indispensable influir en los congresistas que se reunirían en el Congreso y necesitaba de herramientas de peso para combatir a los poderosos intereses porteños contrarrevolucionarios, amén de la influencia de activos emisarios europeos y otros aventureros.
 -¿Ud. cree que esa es la razón de la traducción a las apuradas que nos contó la semana pasada?
(Paréntesis. Las apuradas se deben a que Belgrano, comandante en operaciones libraría pocos días después la gloriosa batalla de Salta que cerraría a los españoles el acceso al Alto Perú, venciendo a Pío Tristán. El próximo miércoles 20 de febrero se cumplen doscientos años y por ese motivo se decretó feriado nacional)
-Volviendo a su pregunta, no me caben dudas, es el genial traductor quien lo declara explícitamente: «Para ejecutarla con más prontitud [...] no con aquella propiedad, elegancia y claridad que quisiera»
Es interesante rescatar al Manuel Belgrano dirigente político y revolucionario, impulsor en la Primera Junta del Plan de Operaciones que producirá Moreno. A horas de la instalación de la Asamblea Constituyente (que ya no juraría por el rey Fernando) se preocupa de alcanzarles con urgencia este otro documento poderoso.
Ambas obras tienen tanta importancia para la concreción de una nación soberana e independiente de cualquier influencia extraña, que la historiografía oficial mitrista las ha mantenido en un limbo documental. El primero perdido, el segundo en archivos particulares.  
-Supongo don que son esos papeles que queman y que la “intelligentzia” (como diría Jauretche) hace todo lo posible para “olvidar”. Aprovechan nuestro ancestral rechazo a los gringos para ningunearlo.  
-Buscando en Internet algo sobre este asunto, encontré que el Instituto Belgraniano lo tiene colgado como un hecho anecdótico: “la única traducción al castellano”, “que usaba nuestro prócer patillas como el yanqui”, y otros chimentos al estilo TV vespertina, pero de la acción política referenciada al momento de su publicación, nada…
-¿Qué cosas decía para ser tan importante traducirlo y que lo leyeran los congresales que se estaban reuniendo?
-Muchas y fundamentales para la construcción de una Nación en un proceso de descolonización e independencia de Inglaterra, Francia y España, como fueron los Estados Unidos al finalizar el siglo XVIII.
 Nuestro egregio don Manuel, que se sublimaba con la nuestra, escribía en la introducción: «Suplico solo al gobierno, a mis conciudadanos y a quantos piensen en la felicidad de la América, que no se separen de su bolsillo este librito, que lo lean, lo estudien, lo mediten, y se propongan imitar á ese grande hombre, para que se logre el fin a que aspiramos, de constituirnos en nación libre é independiente [...]»
-Es decir don, que consideraba que aquella oración de despedida era algo así como un manual independentista…
-Así es.  Veamos algunos párrafos según el texto original de la traducción (todo sic) (*)
«Tambien os es apreciable en el dia la unidad de gobierno, que os constituye una nacion; [...] pues es la columna principal del edificio de vuestra verdadera independencia, el apoyo de vuestra tranquilidad interior, de vuestra paz exterior, de vuestra seguridad, de vuestra prosperidad, y de esa misma libertad que tanto amais [...] siendo este el punto de vuestro baluarte político contra el cual se han de dirigir con mas constancia y actividad las baterias de los enemigos interiores y exteriores (aunque muchas veces oculta é insidiosamente) es de suma importancia, que sepáis bien quanto interesa vuestra unión nacional á vuestra feli­cidad general y particular; que fomentéis un afecto cordial, habitual, é invariable hacia élla, [...] rechazando quanto pueda excitar aun la mas minima sospecha, de que en algun caso puede abandonarse; y mirando con indignacion las primeras insinuaciones de qualesquier tentativa, que se hiciere para separar una parte del pais de los demas, ó para debilitar los lazos sagrados, que actualmente las unen»
-Clarísimo don, los exhortaba para defender la unidad frente a los enemigos, internos y externos.
- Revolucionario, una vez logrado el objetivo se transformaba en respetuoso a las leyes
«La base de nuestro sistéma político es el derecho del pueblo para hacer ó alterar sus constituciones de sus gobierno; pero la constitución, que alguna vez exista, mientras no se cambiase por un acto autentico y explicito de todo el pueblo, obliga á todos por los derechos mas sagrados. La misma idea del poder, y derecho del pueblo á establecer un gobier­no, supone también la obligación que tiene cada individuo de obede­cer al gobierno establecido.
Todo obstáculo á la execución de las leyes, toda combinacion, y asociación, [...] si tiene por objeto verdadero el dirigir, contener, intimidar, ú oponerse á las deliberaciones, y acciones arregladas de las autoridades constituidas es destructivo de este principio fundamental, y de resultados muy peligrosos. Tales medios sólo sirven [...] para sostituir (sic) á la voluntad de la nación, la voluntad de un partido, y muchas veces de una  parte de la comunidad muy pe­queña, pero artificiosa y emprendedora, a todo él, y para, según  los triunfos alternados de los diferentes partidos, hacer que la administración pública sea el espejo de los proyectos desconcertados y monstruosos de las facciones, en lugar de ser el órga­no de planes conseqüentes y saludables, dirigidos por la consejos comunes y modificados por los mutuos intereses»
-Don Singulario, me parece que el yanqui aquel era un iluminado que leía el futuro. Sólo este párrafo me retrotrae a nuestra actualidad donde combinaciones de empresas, asociaciones, corporaciones y otras yerbas obstaculizan la ejecución de leyes votadas por el Congreso, para sustituir la voluntad mayoritaria en beneficio de una parte muy pequeña de la sociedad, al decir del míster…
-Como le señalaba al principio, el hecho que este documento se haya escamoteado del conocimiento público, pese al pedido expreso del traductor, tiene el sentido del homenaje falaz: poner a Belgrano en el bronce y ocultar su pensamiento.


Nota: Cuando se transcriben documentos antiguos del original todo es sic

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