viernes, 4 de febrero de 2011

¡OTARIO QUE ANDÁS PENANDO…!

Esta nota se publicó en Informaciones Semanales de San Martín el 22 de enero  2011

¡OTARIO QUE ANDÁS PENANDO…!

-Lo veo jocoso hoy don Singulario.
-Le voy a contar una anécdota que me ocurrió la semana pasada en esas oficinas nuevas para sacar el documento de identidad, pasamos al atardecer del jueves con mi mujer para preguntar por los requisitos (sólo un documento con huella digital y $ 35) y nos dieron un número al instante, miramos al interior y como había muy poca gente preguntamos cuando deberíamos volver, la empleada muy atenta sonriente nos indicó que pasáramos directamente por la mesa de entrada y, haciéndola corta,  en menos de 20 minutos salíamos con el trámite completo que incluyó pago, preguntas de rigor, pulgares sin entintar, firma y foto.
-¿En veinte minutos hicieron todo y les dieron el DNI? No le creo, eso sería Argentina año verde…
-Hicimos el trámite y en dos semanas tendremos el DNI y una tarjeta tipo cédula en casa. Pero lo más interesante, a mi manera de ver, al margen de la eficiencia, fueron dos hechos contrastables. El primero un señor, al decir de Portal, caracúlico, que se quejaba porque debía repetir el trámite, iniciado hacía dos semanas. Averigüé si era común esa circunstancia y un empleado me sorprendió con la información que era la primera vez y para evitar mayores trastornos le recomendó la renovación, que iba a ser más ágil que los reclamos por pérdida.
-Yo me pasé dos años yendo al Registro Civil por una renovación por extravío y no pude votar hace algunos años
-Nos perdimos un voto.
-Era en la época del que se vayan todos y pensaba votar en blanco
-Recordando esas épocas y pensando cuantos dólares nos iban a cobrar con la tecnología Siemens, le pregunté al amargado si nunca había ido a Registro por el DNI y me respondió que hacía años que no tenía documentos por lo engorroso que significaba tramitarlo. Al encararlo entonces por sus quejas, me respondió altaneramente que era un ciudadano que tenía derechos y que con él no se podía jugar y que patatín y patatán, que era un robo y… me fui pensando que se había levantado mirando el noticiero de la mañana donde Arnaldo Pérez Manija (el personaje de Capusotto) preparaba la cuota de desaliento cotidiano necesaria.
-Es cierto don Singu, todos los noticieros de radio y TV nos abruman con malas noticias que predisponen a salir serios  y preocupados. Hasta el servicio meteorológico nos informa que hay un alerta de granizo en Calamuchita, un calor infernal de 40º en el Chaco mientras nieva en Bariloche. Yo me asomo a la ventana y un sol espléndido y el cielo sin nubes me invita a disfrutar…
-Le cuento la segunda anécdota, la simpática empleada me pide que mire de perfil a la cámara fotográfica y me pide que no sonría. Ud. sabe que soy reacio a las formalidades, le pregunté por qué a lo que me contestó que son las normas. Recordando a Víctor Hugo le expliqué que por razones que no podía explicitar, tengo la risa instalada en mi cara, que si quisiera ponerme serio se dibujaría una mueca terrible y una serie de razones que la empleada obvió apretando el disparador tal como yo me exponía.
-Sabe lo que pasa don, siempre se dijo, casi como una norma que las fotos carné deben ser sin anteojos y serio.
-En los prontuarios se podría entender porque los fulanos no pueden estar sonriendo tras pasar por los calabozos, pero en cualquier trámite diferente la foto es la presentación del portador del documento y una sonrisa abre puertas. El gobierno alardea de este paso de calidad en los documentos, pero los burócratas enquistados continúan con costumbres autoritarias nacidas en regímenes odiosos donde la risa, la carcajada, la alegría eran subversivas.
-Y qué propone para cambiar la costumbre…
-Que cada ciudadano no se deje intimidar por órdenes administrativas que no tienen sustento escrito a la vista de todos, de la misma forma que AFIP obliga a poner en lugar visible la obligatoriedad de exigir la factura. Pero esto no es tan grave como el ejemplo que se puede dar desde el poder político. Si los ministros sonríen, si las noticias son positivas, aunque los medios hegemónicos las oculten, si las playas y montañas se llenan de un pueblo feliz, no deberíamos esperar que sólo una semana en el año sea esponsoreada por los fabricantes de golosina para declararla la semana de la sonrisa.
-Ahora voy comprendiendo, Ud. propone que todo el año sea de “la sonrisa”, comenzando por la fotos de los documentos de identidad.
-Probablemente ese podría ser un paso positivo, luego revisar con un sentido renovador los prejuicios que académicos y filósofos a través de siglos han sido los portavoces de teorías que tendían a mantener el statu quo. Desde Aristóteles, pasando por Bergson y Freud hasta la actualidad han considerado a la risa como algo que tiene que ver o con la superioridad o con la fragilidad del otro, la piensan (simplificando) como la burla. Estar serio da carácter de formalidad, sonreir o reir significa insensatez, desatino.
-Recuerdo en la colimba que había que apretar el mentón.
-Y así nacieron genocidas con bigotes y dientes estrujados.  La risa aparece en la Biblia (Pr. 17:22): "Un corazón alegre es como una buena medicina, pero un espíritu deprimido seca los huesos".
-Sabe don Singulario que esta charla me hace pensar que hay países alegres y que generalmente se encuentran en las zonas cálidas mientras que en las zonas frías la gente es más apagada, pienso en los basileros y cubanos que siempre tienen una sonrisa a flor de labios.
-Piense en los jardines de infantes donde todos rien y ya que está un homenaje a María Elena Walsh que tanto nos ayudó a ese metier.
-Se la termino con don Alberto Vacarezza
 Otario, que andás penando
Jajarai, jajai, jajá,
jarajajai, jajai, jojó...
sin un motivo mayor,
¿quién te digo que en la vida
todo es mentira, todo es dolor?
Si tras la noche oscura, siempre
asoma el sol...
Yde la vida hay que reirse
igual que yo. ..
Jajarai, jajai, jajá,
jarajajai, jajai, jojó...

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