Publicado en Informaciones Semanales de San Martín (PBA) el 5 de febrero de 2011
Refritando P.R.O.’es
-Me parece don Singulario que se vuelve a hacer el chancho rengo con eso de refritar notas viejas, la semana pasada con “estatuas” y ahora se quiere meter en política amarilla…
-Vamos a poner, este año, algunos puntos en nuestras relaciones dialogales, de las que espero no se las olvide…
-¿No le parece un tonito autoritario ese que está usando?
-Absolutamente de acuerdo, pero si a Ud. no se lo aprieta, se manda pa’ los tomates. Le decía que es necesario el respeto mutuo, y no me respeta si comienza con eso de amarillismo. Nosotros escribimos en un medio barrial, humilde si quiere, pero de una ética insobornable…
-¡Pare don Singu! Me estaba refiriendo al partido político del título y cuyo color que lo identifica es el amarillo. Pero, ya que está, ¿me explica su enojo? Supongo que se refiere al término “prensa amarilla” como mala palabra, desconozco su origen. El Negro Fontanarrosa se preguntaba por qué son malas las palabras, yo sin pretender emularlo le pregunto por qué son malos los colores.
-Fíjese que si a su pregunta le quita la letra “c” pasa a “malos olores” y eso es lo que representa la prensa amarilla, una cloaca a cielo abierto. La expresión nace durante el s. XIX en EE.UU. con la lucha comercial desatada entre los dos más grandes periódicos, al finalizar la Guerra de Secesión.
“The New York World” de Joseph Pulitzer y “The New York Morning Journal” de William Randolph Hearst batallaron sin escatimar medios, el todo vale fue la consigna. El primero mantenía ciertos principios que fue abandonando -legó un premio con su nombre para actividades como el periodismo-; el segundo nunca tuvo complejos para ocultar, tergiversar o sencillamente inventar noticias, si eso incrementaba ventas -la película El Ciudadano, Citizen Kane, de Orson Wells, lo describe en su más desnuda realidad (se pasa rutinariamente por cable)-
-Me suena al inventor de explosivos que se inmortalizó premiando la paz; o aquí nomás, el general que fundó un diario para atenderle las espaldas. Pero hasta ahora, de coloraturas nada, pienso en aquella publicidad del ponja: “¿amalillo? ¡lindo colol!” *
-¡Vamos todavía! Cuando comenzamos a dialogar, hace ya tiempo, usted no podía agrupar dos ideas sin hacer una galleta, y ahora ya propone pensamientos abstractos o reflexiones históricas como si nada.
-Es que sus chamuyos sobre los Sacalabruna, Hernando Farregui, Jauretacho o del Pepe Larrosa, que me impulsaron a leerlos, me están abriendo la zabiola.
-Mejoró mucho, pero trátelos urbana y entrañablemente: Raúl Scalabrini Ortiz, Juan José Hernández Arregui, Arturo Jauretche, José María Rosa. ¡Chapó!
Ahora vayamos al porqué del color: se relaciona con una historieta muy popular: “The yellow Kid” -un purrete marginal con guardapolvo amarillo- aparecida primero en el diario de Pulitzer, luego en el de Hearst y posteriormente en ambos simultáneamente. Terminó representando el estilo de un periodismo sin principios, manipulador, mafioso. Sólo por el afán comercial, sin respeto por los lectores.
-¡Por fin me desasnó! Mi “pior es nada” lo comparaba con ese dicho que no hay nada más viejo que el diario de ayer, por eso toman ese color pajizo, es la prensa amarilla.
-Nada que ver. Su charla me impide la intención de revisitar algunos artículos ya publicados. Hoy pienso en aquel “p.r.o.” que publicáramos el 16/8/2008. Comenzamos jugando con una caja de letras, que al tirarlas al voleo, las primeras provocaban la búsqueda de palabras, y esas tres permitieron el siguiente diálogo:
“-¡Bah, es fácil! PRO es un partido político y en las últimas elecciones…
-Ud. quiere bailar con la que parece más linda, espere a verla en camisón cuando se saque los afeites… Vea, el Sapiens dice que “Pro” viene del latín “pródesse”: aprovechar. También la confrontación entre lo favorable y lo adverso: pro y contra.
-Claro, me acuerdo aquella campaña del hijo de Franco que decía que hay que ser PRO, él estaba a favor de…
-No siempre. Mire además cuántas definiciones propone este mataburros: preposición inseparable que en su significación recta quiere decir “por” o “en vez de” como en pronombre; o delante, en sentido figurado como en proponer; o más comúnmente publicación, como en proclamar; continuidad de acción o movimiento hacia delante, como en proseguir, promover, propasar; negación o contradicción como proscribir…
-Basta don, por lo que noto no sólo es favorable, también puede ser lo contrario…
-Procure procesar este prodigio prosaico: “Era un procurador prognato, que proponía la protección provisoria del Prócer con prohombres. En las proximidades protocolares había prosistas profesionales con pronunciadas proglosis que, en virtud de pronósticos probables, lo provocarían con propuestas propagandísticas prohibidas”
-Me mató, ¿que significan prognato y proglosis?
-Garrá el libro que no muerde. Prognato: persona con mandíbula prominente y proglosis, punta de la lengua.
-De acuerdo, lo sigo don Singu con esta otra enciclopedia. Me enganchó en el juego: “El profesor productivo prometía promedios provechosos que promoverían a los más promisorios profesantes”
-¡Prodigioso! Proflígueme ésta: “Probablemente no quede probado que aprovechado profesional pierda la probidad e intente probar su productividad procaz negando su procedencia proclamada y cometiendo proditión, profazando a quienes proyectan al mundo la memoria del prócer que fuera profanada”
-Otra vez me propasó ¿Prócer profanado? ¿Proflígueme, proditión y profazando son inventos suyos para este juego?
-El diccionario me ampara, ¡ahí va!: antaño profligar definía la acción de vencer o desbaratar mientras que era de exquisitos llamar proditor al que se pasaba de bando. En cambio aún hoy profaza el que habla mal de alguien.
-¿El que se pasa es traidor? ¿Y el prócer?
-Profanados hubo muchos, por ejemplo el último proscripto, prolífero y prominente promotor de la prosperidad proletaria, proteccionista, proselitista, propulsor de propósitos protagónicos populares, provisto de proverbial prosa que provocaba profundo fervor, cuya muerte produjo prolongada procesión, y que protervos prófugos, profesionales prohijados por el “proceso” profanaron su descanso.
-¡Ya está! se refiere al de los oidos y la música más maravillosa…
-Me sorprendo cuando prominentes procónsules productivistas proclaman probidades no demostradas en sus procederes previos imitando a Procusto en sus proyectos.
-Paramos con la mitología en razón del espacio. (Está disponible el artículo completo a quien lo solicite).
-Me acuerdo don, es la historia de quién serruchaba o estiraba a la medida del lecho. Pero como Ud. no da puntada sin nudo me imagino que refritó este artículo por alguna razón. ¿Me equivoco?
-Nos habíamos inspirado en personajes comarquinos, devaluados ex funcionarios, que columneaban periódicos. Aún continúan promoviendo producciones y “próceres” varios.
Además su referencia a la prensa amarilla es muy actual por la concentración de los medios de comunicación en pocas manos. Hearts o Pulitzer son imitados por el australiano Rupert Murdoch, “il cavallieri” Silvio Berlusconi o el español Polanco en el orden internacional.
-¿Y por casa?
* Ver la publicidad de ATMA y Takayama Mentiroso: http://www.ruclip.com/video/UUYHZbLsnRM/atma.html
donsingulario@hotmail.com http://donsingulario.blogspot.com/
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