lunes, 28 de marzo de 2011

GÜIQUILIKIS, Proditores de antaño, Saturnino Rodríguez Peña

Publicado en Informaciones Semanales de San Martín, PBA, 19 de marzo de 2011

GÜIQUILIQUIS ARCAICOS
-Hola don Singulario, ¿Qué hace con esa gorra y lupa, revisando impresos veteranos? ¿se cree Sherlock Holmes?
-En verdad, con esta moda de los wikileaks, supongo que me asemejo más a ese australiano que tienen encanado en Suiza por degenerado. Creo, sin embargo, que es por evidenciar los trapitos sucios de los yanquis, revelando toneladas de documentos reservados de las embajadas.
-¿Y porqué entiende que se parece? No me lo imagino engayolado por poyeras, ni visitando embajadas, menos diplomático que usted, seguro no hay...
-Allá por el 2009 publicamos parte del Plan de Operaciones adjudicado a Mariano Moreno, contando la polémica existente entre los que lo consideran verdadero y quiénes apócrifo. En el interín llegó a nuestras mano un libro conteniendo una copia del Plan, que se encontraba en los archivos de lo que fuera el Imperio de Brasil con apostillas marginales en portugués.
-Me acuerdo que lo publicó con la ironía del plan en ritmo de samba.
-Ahora, con el alboroto que se armó en el mundo ante los chismes por intimidades palaciegas y los serviles comentarios de personajes de fuste frente a representantes imperiales, volví sobre aquella colección que también contenía grandes similitudes.
-Recuérdemela don…
-Nos referimos a “Política Lusitana en el Río de la Plata” de la Colección Lavradio, que el Archivo General de la Nación publicó, en tres tomos, como homenaje al sesquicentenario de la Revolución de Mayo, y que en el volumen II (único que poseemos) presenta documentos de 1810-1811. Se trata de material confidencial, secreto o reservado que vaya uno a saber cómo (aunque lo imaginamos) estaba en poder del Imperio…
-¡Epa! No recordaba esos datos, está hablando de espías que laburaban pa’l enemigo...
-Era una época muy revuelta, había patriotas revolucionarios, españoles, criollos, gringos, comerciantes, contrabandistas. Montevideo, Río de Janeiro y Buenos Aires parecían sedes de Control, con el Super Agente 86 y la 99. Junto a los leales y espías también estaban los proditores que se vendían al mejor postor... 
-Me acuerdo que usted en algunas notas habló de impresentables...
-Justamente hay interesantes crónicas sobre uno que durante las Invasiones Inglesas se ganó aquel mote.* Nos referimos al  integrante de la logia masónica Southern Cross (Cruz del Sur), Saturnino Rodríguez Peña afamado informante a sueldo de Inglaterra (300 £ anuales) y de Brasil (500 $Br anuales). Este fulano, cuyo apellido está entroncado en la historia, reaparece en estos escritos metido en un affaire más que interesante. Hoy veremos un oficio intercambiado entre el gobierno imperial y la embajada inglesa donde se pretende expulsarlo fuera del territorio brasileño, por papeles que lo comprometerían con la revolución de Buenos Aires.
-No comprendo don, ¿era traidor o revolucionario?
-Su trayectoria es muy sinuosa y no somos jueces, aunque no es fruta dulce para nuestro paladar. Reparemos cómo un conde y un lord se manifiestan sobre él:
“O Abaixo assignado, Conselheiro, Ministro e Secretario de Estado dos Negocios Estrangeiros, e da Guerra tem a honra de participar de ordem e em nome de S.A.R. o Principe Regente Seo Amo a su Exa. my lord Strangford, enviado extraordinario, e ministro plenipotenciario de S. M. Britannica [...]”
-¡Pare, pare don! No me va copiar en brasuca toda la carta…
-Sólo el encabezamiento para mostrar las formalidades. Comienza el Conde de Linhares relatándole que españoles y portugueses leales habían denunciado a infieles “sediciosos españoles” portando correspondencia comprometedora y proclamas para promocionar la revolución de Mayo. Lo que sigue es parte de la traducción del escrito:
«[...] al detenerlos se descubrió que entre los mismos y el Dr. [Saturnino Rodríguez] Peña –protegido por la Legación Británica y subvencionado por S.A.R.– existían las más estrechas relaciones de amistad y hasta se sospechó que el propio Dr. Peña tenía en su poder varias proclamas sediciosas manuscritas llegadas de Buenos Aires y que se le había encomendado distribuir aquí, de lo que resultaba que se tenía todo el derecho a proceder contra el propio Dr. Peña, [...] Pero S.A.R. deseando demostrar siempre la mayor consideración para con S.M.B., en todo lo que es compatible con la dignidad y decoro de su real corona, no quiere que se proceda a la detención del citado Peña ni a la revisión de sus papeles y sólo encargó al abajo firmante reclamar de S.E. my lord Strangford que haga examinar, por alguna persona de la legación Británica, los papeles del nombrado y trate de que entregue todos los documentos de índole sediciosa que puedan encontrarse en su poder y le hayan sido remitidos de Buenos Aires. Que S.E. imparta igualmente órdenes para que el Dr. Peña sea embarcado de inmediato a bordo de cualquier embarcación inglesa y transportado fuera de los territorios de S.A.R. – Teniendo también orden, el abajo firmante, de declarar a S.E. que la seguridad y tranquilidad del estado no permiten que S.A.R. deje permanecer dentro de sus estados a un fanático de principios revolucionarios y que a pesar de su imbecilidad es peligrosísismo por su entusiasmo. El abajo firmante tiene también el honor de asegurar a S.E. que S.A.R. está persuadido de cuánto lo ha de afligir este hecho, pero S.A.R. espera que, conociendo la justicia de esta reclamación y la absoluta necesidad en que se funda, no dejará de hacerla cumplir, reconociendo la deferencia con que S.A.R. obra en todo lo que puede, de algún modo referido a S.M.B su antiguo y fiel aliado. [...] Palacio de Río de Janeiro, 28 de setiembre de 1811. Conde de Linhares.»
- Don Singulario, a ver si comprendo la nota, lo pescaron con papeles comprometedores y le piden al embajador inglés que lo raje del Brasil, pero a la vez el Principe lo subvencionaba por algo que no se sabe qué es. El lord vendría a ser algo así como el representante de la recontra-super-potencia que titireteaba al simpático amo del conde. Esta carta me suena a cipayaje edulcorado diplomáticamente. Lo que no me cierra es para quién trabajaba. En tren de suposiciones, ¿no sería un topo, un agente doble o triple?
-Abrir archivos secretos es, como los programas basuras de chimentos, enterarse de bajezas e infamias, y probablemente también, de noblezas y altruismo. Indiscutiblemente el diplomático gozaba de mucho poder en la corte y será interesante conocer su respuesta…
-¡Siiiiii!, ¿qué le pasó a don Saturnino?
-Como en las historietas, continuará…

* Ver Informaciones Semanales del 1/11/2008

Nota: El resaltado es nuestro


Publicado en Informaciones Semanales de San Martín, PBA, el 26 de marzo de 2011

GÜIQUILIQUIS ARCAICOS (continuación)
-Don Singulario, la semana pasada nos estuvo contando una de espías, encontrada en papeles reservados del Imperio de Brasil. Nos enteramos que aquél que ayudó a escapar a Beresford después de las Invasiones Inglesas, ahora, en 1811 se encontraría en problemas en el país que lo acogió luego de la trastada.
-Hablamos del Dr. Saturnino Rodríguez Peña, que junto con don Aniceto Padilla, ambos conspicuos masones, invocando una orden falsa de Liniers,  burlaron la guardia militar que mantenía detenido a los piratas ayudando a huir a Montevideo al jefe invasor. Recibieron el reconocimiento eterno en forma de pensión. Rodríguez Peña, luego de esta acción se exilió en Río.
-Y parece que allí también anduvo en embrollos… Lo que no logro asociar con esta historia, es el asunto de los cables de Internet…
-Fíjese que todos los wikileaks conocidos tienen que ver sobre opiniones e informaciones vertidas en las embajadas yanquis de todo el mundo por encumbrados visitantes locales, pidiendo en general intervenciones varias. Capte las semejanzas con aquella nota del Conde frente al imperio de su época.
-Leí en Clarín don, que un progobernante –que pedía consejo a embajadas diversas para elegir comisarios– fue escrachado por filtraciones de cables internos de la representación yanqui:  "La reunión sirvió para recordarnos su brusquedad, su maniquea visión del mundo y su incomodidad con las sutilezas de las comunicaciones interpersonales [...]”
-Aunque indignos los concurrentes a cocktails, es interesante ver el desprecio de los funcionarios informando a su metrópoli. La razón fundamental del alboroto mundial producido por wikileaks, no es tanto por lo que dicen, sino el reflejo público de sus infamias.
-Comprendo don, pero no nos tenga en ascuas ¿Qué pasó hace doscientos años con nuestro fulano en apuros?
-Así habrán recibido en Gran Bretaña la nota que su embajador respondiera al pedido para expulsar a don Saturnino de Brasil. La solicitud del mismísimo representante del Príncipe Regente poco favor le debe haber hecho a su prestigio real. Veamos la respuesta a la nota que publicamos la semana anterior:
 «Au Rio de Janeiro ce 30 septembre 1811. Monsieur le Comte, J’ai eu l’ honneur de recevoir la note ministerielle que Voutre Excellence m’a fai celui...
-¡Pare, stop, don, pare de nuevo! El otro día en brasuca y ahora en franchute…
-Déjeme fanfarronear. El intercambio diplomático era en francés, ahora todo es anglo-gringo. Pero vamos a publicarla en castizo:
«[...] he tenido el honor de recibir la nota ministerial que V.E. me ha hecho el honor de dirigirme con fecha de anteayer, sobre el Dr. Saturnino Rodríguez Peña. Si no contesto del mismo modo a V. E. es porque creo que este asunto merece más bien el tono de la amistad y de la confianza, que el de las formalidades oficiales del despacho. Es verdad, Señor Conde, que el Dr. Peña goza de la protección del gobierno británico y la de su ministro en esta corte; protección que ha sabido merecer por los servicios que antiguamente ha prestado a ese mismo general, a quien S.A.R. ha confiado su ejército en Portugal y que acaba de cubrir de gloria el nombre portugués…
-Don Singulario, ¿se trataba del mismo  Beresford?
-Cuando Napoleón invadió los reinos de España y Portugal esta última Corte se rajó para Brasil. La corona británica mandó a nuestro conocido, William Carr Beresford, a auxiliar a los portugueses que luchaban contra los galos. Tuvo mucha influencia y llegó a gobernarlos desde 1809 hasta 1820. Pero mejor sigamos con nuestro “my lord” defendiendo a Saturnino
«Es muy conocido que esta circunstancia, así como la parte que tuvo Peña con motivo del proyecto de establecer a la Señora Princesa de Brasil como Regente de la América Española, le ha granjeado el odio de  numerosas personas que rodean a S.A.R. y que desgraciadamente abusan de su confianza. Entre esas personas se encuentra el Dr. Presas [...] Es a la perversidad y venganza ya jurada de este hombre o de aquellos que se le asemejan, que atribuyo las falsas informaciones que V.E. ha recibido del Dr. Peña. [...] Son estos sentimientos (que he conocido en mil ocasiones), los que le han asegurado mi protección y es la convicción que yo poseo de su manera actual de pensar, que le ha valido el cargo de ser mi secretario confidencial para la lengua española.
-¡A la miércoles! Mire que había avanzado, de traidor, había pasado a ser nada menos que consejero británico…
-Digamos que secretario privado, y ya que está, en horas libres, por algunas rupias imperiales hacía algún laburito para Su Alteza Real. Sigamos al lord arguyendo, después de justificarlo, ahora va a aflojar un poquito la mano.
«Sin embargo, como V.E. lo considera como una persona sospechosa y expresa el deseo de hacer revisar sus papeles, tengo el honor de rogar, (agradeciendo al mismo tiempo a V.E. por la consideración hacia S.M. que hasta el presente lo ha retenido de hacerlo), no tolere más esta consideración, que le impide adoptar ante el Dr. Peña la actitud que juzga necesaria para el servicio del estado [...] Es para mí y para él un asunto de la mayor indiferencia, así que suplico a V.E. que obre en ese sentido como mejor le parezca.
-Chau, lo largó en banda…
-No se apresure que los diplomáticos, como los bastoneros, siempre tienen una segunda, ¡adentro!:
«Permítame Sr, Conde que declare a V.E. que me es absolutamente imposible cumplir sus deseos de hacer salir al Dr. Peña fuera de los estados de S.A.R. en una embarcación inglesa. No tengo ningún derecho a forzar a este desgraciado hombre y a su numerosa familia, a abandonar el asilo que han elegido y del que me atrevo a asegurar que jamás ha sido indigno. El gobierno sabe muy bien que el gobierno de Buenos Aires ha puesto precio a la cabeza de este desdichado [...] No hay duda que S.A.R. tiene el derecho más absoluto de hacer salir de su territorio a toda persona que le parezca sospechosa a su gobierno [...] echar a este hombre de sus estados si tiene motivos de queja contra él, y aunque yo crea poder responder de su inocencia, aun cuando él está a mi servicio, y a pesar de que mi corte haya visto siempre con satisfacción que S.A.R. acordara asilo a un hombre siempre perseguido a causa de su solidaridad con Inglaterra, declaro a V.E. que no seré ningún obstáculo, ni crearé dificultad en esto. Que sea, sin embargo, el gobierno de S.A.R. el que actúe en este asunto y que no se intente imponer al ministro de Inglaterra, el deber penoso de perder un hombre que nunca le ha ofendido, quien goza de la protección de la Corte y a quien cree inocente, dadas el conocimiento y las pruebas que posee de sus actuales principios. [...]»
-Espeluznante el tenor de esa carta. En manos revolucionarias le hubiera costado la cabeza por infame traidor.
- Encambio, en poder de nuestros académicos fue ignorarla, y si es posible levantarle un monumento o, en la actualidad proponerlo de candidato para las próximas elecciones…
-¿Tiene más cables don?
-Próximamente publicaremos otros documentos confidenciales encontrados en estos archivos…

Nota: El resaltado es nuestro

donsingulario@hotmail.com      http://donsingulario.blogspot.com
                                                       


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