miércoles, 8 de octubre de 2025

LA MEMORIA

 Esta nota fue escritta en el año 2023 y amerita republicarla


 

LA MEMORIA

-Hola don Singulario, ¿de nuevo en la cancha? 

-Hola, como  Pichuco, si nunca me fui,  estuve en el vestuario  tomando un poco de oxígeno para reabastecerme del fluido esencial, dado el tiempo que llevo gastándolo, pero  estoy recuperando flexibilidad pulmonar y me largo a correr de nuevo, una de esas Messi me da un pase gol ....

-No se la crea, para jugar con él hay que tener mucho potrero...

Como el de Juan Román Riquelme que le acaba de meter una goleada de más del 60% al mafioso calabrés de la Fifa

-Todos los bosteros estamos de fiesta

-¿Usté también?

-Y qué quiere, últimamente estamos en perdedores así que cuando alguien gana algo allá voy a prenderme, a ver si ligo una copita 

-Por lo menos. Ya que llegó, ¿dígame a qué vino?

-Pasaba y pasé, estaba la puerta abierta y entré y me puse a leer papeles viejos...

-Como siempre...

-Como siempre y me enganché con papeles perdidos que me había olvidado que existían

-Usté se olvida de todo, don

-Justamente de eso quería charlar, ya me estaba olvidando, hace unos días recopilando para encuadernar los libros, encontré algo que había dicho el franchute Montaigne y me mandé a recordarlo

-¿Y va a hablar de la memoria entonces?

-De la memoria y del olvido

 -Dicen que la distancia es el olvido pero yo no concibo esa razón  cantaba Luis Miguel

 -Y a Gardel algunos le decían "Olvide, amigo", y él respondía “Pero olvidarla, no puede ser”  y mientras dudaba de matarla, le pedía “Mozo traiga otra copa”

-Bueno don Singu ¿Nos ponemos a cantar o qué?

-O qué. Ya me olvidé lo que íbamos a tratar

-La memoria don, la memoria...

-Ya me acordé, estaba leyendo a Sasturain y el humor de Rodolfo Walsh y se le ocurrió  que escribió algo así como: 

Olvidancia del chino: “Nadie ignora que el chino es uno de los idiomas más difíciles de aprender y más fáciles de olvidar”, comienza famosamente. Se ha comparado, dice, “el coeficiente de olvido del chino con el coeficiente de evaporación del agua en el desierto de Gobi en los meses de verano”.

 Y sigue, en tono de divulgación científica: 

“Un chino adulto olvida diariamente por simple desgaste (sin contar sustos, accidentes o expropiaciones) un término medio de cuarenta palabras de su idioma, que debe reaprender, generalmente, por la noche, si no quiere verse empobrecido y hasta desposeído del lenguaje”. Pero tras el olvido total, la cosa no queda ahí: “El mero desistimiento verbal, el cero conocimiento del chino, no significa que el proceso haya terminado. Hace ya muchos siglos un filósofo formuló –antes de quedar mudo– la interesante proposición de que la desmemoria es inagotable y se perfecciona con el ejercicio. Inclusive, cuando ya no queda nada por olvidar, las cuarenta fatales palabras diarias se van acumulando en una especie de ‘debe’ idiomático mediante el simple recurso de computarse palabras en contra”.

“Se dan casos extremos de vividores al fiado –concluye– que llegan a adeudar las cuarenta mil palabras del idioma. Entonces empiezan a olvidar también el japonés y todas las lenguas que no saben, hasta que mueren en la indigencia verbal más espantosa...”

Así que es simple: uno puede olvidarse de que Walsh era un notable humorista, y cuando se lo olvida bien, puede empezar a olvidar el humor de Borges, después los textos de Dolina, de César Bruto, del colado Wimpi. Se puede incluso anotar escritores en contra: olvidar el humor que no tienen Mallea o Aguinis o algún otro. Pero eso ya es otro laburo.

-Qué interesante don,

Me deja tranquilo ese humorista Walsh que le escribía cartas tremendas a los milicos de la Junta asesina, al recordarme porqué yo me olvidé de tantas palabras coreanas que nunca había aprendido pero me acuerdo de una china que dice wuwein y que hay gente cercana que se enoja

¿Qué quiere decir esa expresión?

No hacer... y a ellos le preocupa cuando no se hace, es decir hay que pasarse la vida haciendo, no importa qué pero hacerlo. En realidad no es tan así, en sus genes el trabajo, es decir el hacer se transforma en esfuerzo físico, se trabaja con las manos y el cuerpo como lo representó  Rogelio Yrurtia en su Canto al Trabajo frente a la Facultad de Ingeniería.

-¿Está bien está mal don Singu?

-Son distintas apreciaciones. Ya hemos discutido ese pensamiento dialéctico, ni bien ni mal o todo lo contario, pero en estos dimes y diretes me voy de mi tema y me olvido a donde voy...

- La memoria don, la memoria...

-Tiene razón, además de ese Montaigne que todos sus libros y ensayos giraron alrededor de sí mismo justificándose por su propio yo y la memoria, o la falta de ella era su razón de escribir y lo manifiesta concretamente en el trabajo dedicado a los mentirosos y la absoluta incapacidad memorística de recordar sus engaños.

Michel de Montaigne, hombre renacentista que inventó el ensayo - La ventana  roja - UDG

-Entonces don, por mucha memoria que se tenga siempre se pisa el palito...

-Y así los descubren... Otro fulano que se dedicó a la memoria fue Platón charlando con Fedro  recordaba una anécdota de Sócrates...

-Ese sabio que había escrito muchos libros como nos contó aquel presidente capicúa innombrable ¿no, don Singu?

-No escribió, Platón hablaba de sus enseñanzas, sigo. Decía que un dios le había regalado a un rey de Egipto muchos obsequios valiosos y entre ellos las letras, la que el rey desestimó por ser peligrosas para la memoria explicando que si se guardaba el conocimiento escrito se perdería la memoria.

-¿Entonces en qué quedamos?

-Mire, como soy poco leído se me hacen un matete todas esas reflexiones de ñatos famosos como Aristóteles, Sócrates, Platón, Montaigne, y otro montón más que me va llevando internet para informarme lo que hay escrito sobre la memoria...

-¿Se está achicando don?

-No es el caso, como no me acuerdo de qué cosas me olvido, a veces trato de recordar y me pongo a buscar...

-¿Qué busca?

-No me acuerdo, pero seguro que encuentro algo y como ya que está, pasaba y pasé, entré porque estaba abierto y encontré algo interesante y me puse a trabajar sobre ese asunto interesante que no me acuerdo porqué lo encontré pero como me interesa me pongo a investigar sobre él y así es la cosa, desde hace bastante tiempo me pongo a escribir de cosas que no me acuerdo porqué me interesaron pero sin embargo salen  asuntos interesantes...

-Pare don que está convirtiendo este asunto en un trabalenguas

 

-Ah, sí, ya me acuerdo, hablaba de la memoria  y resulta que se me está haciendo un revoltijo porque resulta que parece que no sólo yo no tengo memoria, sino considero que en mi país muchos la hemos perdido porque hasta hace poco  había un slogan que decía Memoria, Verdad y Justicia que siento que muchos no lo recuerdan porque votaron a unos fulanos que dicen hay que olvidar, mintiendo con palos para no recordar que hace nada más que 22 años un fulano rajó en helicóptero por hacer y decir lo mismo que están haciendo y diciendo estos que acaban de votar.

Adónde fue el helicóptero con De la Rúa y cómo terminó aquel 20 de  diciembre de 2001 - Noticias de Mendoza - Memo

 

-Pare don Singulario, hoy está medio arrevesado y repite lo mismo en forma machacona sin ton ni son.

-Es que me olvido y no me acuerdo, aunque recuerdo que ese francés decía que como él no tenía memoria, como yo, cuando escribía sólo podía hacerlo sobre cosas que no recordaba y que entonces debía usar la imaginación para crear cosas nuevas que le venían a la mente sobre el tema del que escribiría...

-Y entonces don usté me llama a mí para charlar de temas que no tenemos la menor idea de qué se trata, ¿no?

-Mire usté adónde hemos llegado desde el año 2007, hemos puesto la tapa  a las charlas de “don Singulario” en los años 2007, 08, 09, 10, 11, 12 y 13 más los “88 pirulos 1 y 2”

-No se mande la parte don. El almacenero de la esquina lleva quince años llenando papelitos a mano alzada que si los encuadernara tendría una biblioteca llena y el médico de la Cruz Roja extendiendo recetas que seguro son más interesantes que el azúcar y los fideos también completarían un montón de tomos.

-Estaba pensando don ¿usté hoy desayunó con fernet? ¡Como está de moda! Se lo digo porque está muy incoherente

-Amigo, me reprocha porque estamos escribiendo largo y es un tema que ya otros muchos sabios dijeron cosas sobre ese tema, y como no me acuerdo si alguna vez escribimos sobre eso le cuento que recién leía que un fulano llamado Luis Zapata de Chávez  allá por el S. XVI escribió un libro que tituló Misceláneas: Silva de casos curiosos y entre otros temas le dedicó uno a la brevedad en el escribir

-Entiendo don, ese título le llamó la atención porque usté le da poca bola, meta palabra tras palabra no para nunca.

-Dice don Luis: “ La brevedad en el escribir y aún en el hablar es cosa muy loable... y así los latinos dicen que en vano se hace por muchas palabras lo que se puede hacer en pocas como hizo Jesús con el Padre Nuestro en lugar de las largas oraciones de Demóstenes y Tullio.  O aquella carta que escribió César a Roma luego de una heroica jornada: Veni, vidi, vici

  -Las tres V, pero las escribió mal don Singu, la primera no le puso el acento y lo tuteaba  cuando lo llamó, a la segunda le sobró la i, para contarle que había vino le dijo en finoli que plantaron vides pero le recordaba que el chupe era un vicio muy malo, lo traduzco: vení, hay vino pero cuidate del vicio.

-¡Mi amigo!¡Usté es imposible! Esas tres palabras en latín le recordó que fue, vio y venció

-¡Qúé complicados son los tanos! ¡qué me cuenta del temporal!

-Otra payasada... 

-¡Cómo payasada! Se cayeron techos, árboles hasta sillones volaron ...

Cinco Sillones Violetas Volando. Representación 3d De ...

-Ese ñato nuevo nos quiere engrupir que esto que está haciendo es temporal, que en poco tiempo vamos a ver que la cosa mejora, que es necesario que algunos la pasen mal para que luego todo mejore, y mientras tanto por ejemplo vuela el sillón del que comandaba Boca... 

-Pare...pare don. Usté sí que anda mal, no sólo se olvida sino que mezcla todo, vaya al médico por favor, es un peligro si lo dejan solo, ¡Cuidado, Peligeo!

-Qué le pasa amigo?

-Yo le hablaba de la tormenta del domingo y usté salió a criticar al presidente y no sé algo de Boca

-Apofenia le dicen a esa condición de asociar cosas sin relación alguna, un estado que se puede confundir con cuestiones psiquiátricas pero que es común en ciertos casos, como se explica en los “88 pirulos”. Fíjese mientras trae la palabra temporal como sinónimo de tormenta yo la asocio con el tiempo de almanaque, mientras la tempestad local hacía volar objetos, uno de ellos yo lo asocié (el sillón) con el expresidente de Boca y de la Nación que fue expulsado por el voto popular y por último el actual presidente viene anunciando catástrofes necesarias para que más adelante todo cambie para mejor, dice que “temporalmente”, dentro de treinta años vamos a estar mejor

-Quiénes, ni usté ni yo seguro, y con el cambio climático y los “temporales” ese fulano ¿estará?

-Yo creo que “temporalmente” muchos no lo van a aguantar, “sufra y aguante y tenga paciencia...” decían Canaro y Caruso en un tango de hace más de  cien años que cantó el gran Carlitos https://www.letras.com/carlos-gardel/sufra/

-Lo dejo amigo con todo lo chamuyado porque me enganché con el Mudo y ahora estoy escuchando “Por una cabeza”y “Cambalache”

BALLESTER  22/12/2023

 


CLUB SOCIAL ARGENTINO de SANTOS LUGARES

Hace ochenta y cuatro años…

 

Triunfa C. S. A.

 

-Hasta hace muy poco cuando uno necesitaba comunicar algo a distancia en forma relativamente rápida utilizaba el telégrafo…

-Don Singulario no me venga con decrepitudes, hace mucho que el telégrafo pasó a la historia con el teléfono y el correo electrónico ¿o se lo digo en gringo: e-mail?.

 

-Es cierto, lo que yo quería contarle era de un telegrama. El mecanismo común era ir a la oficina de Correos y Telégrafos aunque también con anterioridad los ferrocarriles prestaban el servicio, uno escribía la dirección, el destinatario, el destino que no era otra cosa que lo que se quería comunicar y por último la firma, el empleado receptor contaba las palabras y cobraba en consecuencia.

 

-No me siga contando la historia que es archiconocida, un operador recibía el formulario y con un aparatito comenzaba a golpear la palanquita, un golpe corto y otro más largo, traducía el texto al sistema Morse de puntos y líneas  y por el “eter” se trasmitían las ondas que recibían en el lugar preciso. Eso lo descubrió un tano llamado Marconi…

 

Aunque hoy esa vieja historia en muchos lugares aún se usa, la revolución de las comunicaciones ciertamente la ha mandado al museo. Sin embargo cada telegrama enviado o recibído, en su laconismo a desentrañar podría encerrar alegrías, tristezas, dramas, esperanzas. Y el título de esta nota es un deseo…

 

-Más que un deseo parece una orden misteriosa encerrada en tres letras…

 

-En agosto de 1924, Camilo Rivas recibió en Villa Colombres, Francia un telegrama con ese texto y sus ojos se llenaron de lágrimas, era el recuerdo lejano y…

 

 

-¿Quién era ese fulano y que hacía por las Uropas?

 

-Abrahamns, Paddock, Enrico, Martín, Scholoz, Rivas… un tiro que dispara el “starter” y 100 metros después esos majestuosos rodaban agotados, con el alma rebozante y el sudor cayendo sobre la tierra que los acogía amorosamente. Mientras una bandera al cielo y el “God Save the King” premiaban al triunfador, Camilo recordaba el telegrama, estaba lejos de su casa, amigos, la patria, había dejado todo contra los titanes del mundo, había llegado tercero, sólo tercero…

 

-A ver si lo entiendo,  haciendo memoria en 1924 en Francia se realizaron las XIII olimpíadas mundiales ¿Y usted me está contando que Camilo Rivas, un argentino salió tercero en la carrera de los 100 metros llanos? Eso no figura en ningún lado                                                                                                                          

 

-Efectivamente, por la década del ’30 circulaba en Santos Lugares una revista, que representaba al Club Social Argentino, una institución señera que realizaba actividades deportivas, sociales y literarias. “Ánimo” se llamaba y recorrerla ofrece una fotografía animada de las actividades del pueblo y su época. Un cronista, Pim Pum recuerda a Camilo como un humilde atleta del barrio que superó todas las etapas en su inquebrantable fervor por correr, correr rápido, las barriales, municipales, nacionales, sudamericanas y por fín… la medalla de bronce.

 

 

-¿Usted es marciano? Mirándolo bien, por su tez cetrina y su altura de enanito de jardín me parece inglés y nada exitista, un gentleman diría.  Estaba recordando al maravilloso Camilo y pensba en mi viejo que fuera uno de los amigos del club que lo alentaban cada vez que participaba en un torneo, los que le enviaron el telegrama que no era una orden sino el grito de aliento de su barra…

 

-Claro don, sólo bronce… ¡Qué exitistas que somos los argentinos! Si no es oro que no valga. Y ya que está contando olimpíadas le recuerdo al Ñandú criollo como llamaban a Juan Carlos Zabala que, ese sí trajo el oro desde Los Ángeles en EE.UU.  ganando la maratón el 7 de agosto de 1932 y…

 

-Le decía que mi viejo me contaba la alegría y las historias que trajo Rivas, de la camaradería, del entusiasmo y las ilusiones que todos los chicos y chicas de todo el mundo compartían, el brillo en los ojos por la inocencia y esperanzas y las lágrimas de los que ganan y la de los que  no ganan. Le cuento esto mientras escribo pensando en ese chico Messí que gana tanto dinero, o de otros sin nombre conocido, que por avatares ajenos, soñando participar, deben mirar estos juegos por TV

 

-. …y Delfo Cabrera, quien también otro 7 de agosto, pero de 1948, hace ahora 60 años, en Londres ganó otra maratón olímpica. Sabe  don Singu que Zabala era de Marcos Paz (P.B.A.) y de buen pasar económico habiéndose iniciado a los 15 años en competencias atléticas y fue el ídolo de Delfo. Éste era un muchachito pobre nacido en Armstrong, (P.S.Fe) que fue cosechero, jornalero, bombero y peón mientras estudiaba, luego profesor de ed. física, corriendo fondo y semifondo llegó a campeón nacional y sudamericano varias veces. En Londres llevaba en la espalda el número 233 y cuando regresó su recibimiento fue apoteósico

 

Juegos Olímpicos: Zabala y Cabrera, los santafesinos reyes del maratón  olímpico

 

 

 Juegos Olímpicos: Zabala y Cabrera, los santafesinos reyes del maratón  olímpico

 

                         

 

Tengo que rendirme ante la evidencia, en la parte deportiva no me debo meter, usted es un libro abierto, ¿de dónde saca tanta información?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 [1]   Publicado en el periódico Informaciones Semanales de San Martín el 9/8

 

 

 

lunes, 6 de octubre de 2025

TRIUNFA C.S.A.

Hace ochenta y cuatro años…

 

Triunfa C. S. A.

-Hasta hace muy poco cuando uno necesitaba comunicar algo a distancia en forma relativamente rápida utilizaba el telégrafo…

-Don Singulario no me venga con decrepitudes, hace mucho que el telégrafo pasó a la historia con el celu y el correo electrónico ¿o se lo digo en gringo: e-mail?.

 

-Es cierto, lo que yo quería contarle era de un telegrama. El mecanismo común era ir a la oficina de Correos y Telégrafos aunque también con anterioridad los ferrocarriles prestaban el servicio, uno escribía la dirección, el destinatario, el destino que no era otra cosa que lo que se quería comunicar y por último la firma, el empleado receptor contaba las palabras y cobraba en consecuencia.

 

-No me siga contando la historia que es archiconocida, un operador recibía el formulario y con un aparatito comenzaba a golpear la palanquita, un golpe corto y otro más largo, traducía el texto al sistema Morse de puntos y líneas  y por el “eter” se trasmitían las ondas que recibían en el lugar preciso. Eso lo descubrió un tano llamado Marconi…

 

Aunque hoy esa vieja historia en muchos lugares aún se usa, la revolución de las comunicaciones ciertamente la ha mandado al museo. Sin embargo cada telegrama enviado o recibido, en su laconismo a desentrañar, podría encerrar alegrías, tristezas, dramas, esperanzas. Y el título de esta nota es un deseo…

 

-Más que un deseo parece una orden misteriosa encerrada en tres letras…

 

-En agosto de 1924, Camilo Rivas recibió en Villa Colombres, Francia un telegrama con ese texto y sus ojos se llenaron de lágrimas, era el recuerdo lejano y…

 

 

-¿Quién era ese fulano y que hacía por las Uropas?

 

-Abrahamns, Paddock, Enrico, Martín, Scholoz, Rivas… un tiro que dispara el “starter” y 100 metros después esos majestuosos rodaban agotados, con el alma rebosante y el sudor cayendo sobre la tierra que los acogía amorosamente. Mientras una bandera al cielo y el “God Save the King” premiaban al triunfador, Camilo recordaba el telegrama, estaba lejos de su casa, amigos, la patria. Había dejado todo contra los titanes del mundo, había llegado tercero, sólo tercero…

 

-A ver si lo entiendo,  haciendo memoria en 1924 en Francia se realizaron las XIII olimpíadas mundiales ¿Y usted me está contando que C a m i l o   R i v a s, un argentino salió tercero en la carrera de los 100 metros llanos? Eso no figura en ningún lado                                                                                                                          

 

-Efectivamente, por la década del ’30 circulaba en Santos Lugares una revista, que representaba al Club Social Argentino, una institución señera que realizaba actividades deportivas, sociales y literarias. “Ánimo” se llamaba y recorrerla ofrece una fotografía animada de las actividades del pueblo y su época. Un cronista, Pim Pum recuerda a Camilo como un humilde atleta del barrio que superó todas las etapas en su inquebrantable fervor por correr, correr rápido, las competencias barriales, municipales, nacionales, sudamericanas y por fín… la medalla de bronce.

 

-Claro don, sólo bronce… ¡Qué exitistas que somos los argentinos! Si no es oro que no valga. Y ya que está contando olimpíadas le recuerdo al Ñandú criollo como llamaban a Juan Carlos Zabala que, ese sí trajo el oro desde Los Ángeles en EE.UU.  ganando la maratón el 7 de agosto de 1932 y…

 

 

-¿Usted es marciano? Mirándolo bien, por su tez cetrina y su altura de enanito de jardín me parece inglés y nada exitista, un gentleman diría.  Estaba recordando al maravilloso Camilo y pensaba en mi viejo ferrocarrilero telegrafista que fuera uno de los amigos del club que lo alentaban cada vez que participaba en un torneo, los que le enviaron el telegrama que no era una orden sino el grito de aliento de su barra…

 

-Tengo que rendirme ante la evidencia, en la parte deportiva no me debo meter, usted es un libro abierto, ¿de dónde saca tanta información-. 


…y Delfo Cabrera, quien también otro 7 de agosto, pero de 1948, hace ahora 60 años, en Londres ganó otra maratón olímpica. Sabe  don Singu que Zabala era de Marcos Paz (P.B.A.) y de buen pasar económico habiéndose iniciado a los 15 años en competencias atléticas y fue el ídolo de Delfo. Éste era un muchachito pobre nacido en Armstrong, (P.S.Fe) que fue cosechero, jornalero, bombero y peón mientras estudiaba, luego profesor de ed. física, corriendo fondo y semifondo llegó a campeón nacional y sudamericano varias veces. En Londres llevaba en la espalda el número 233 y cuando regresó su recibimiento fue apoteósico

Juegos Olímpicos: Zabala y Cabrera, los santafesinos reyes del maratón  olímpico

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-Le decía que mi viejo me contaba la alegría y las historias que trajo Rivas, de la camaradería, del entusiasmo y las ilusiones que todos los chicos y chicas de todo el mundo compartían, el brillo en los ojos por la inocencia y esperanzas y las lágrimas de los que ganan y la de los que  no ganan. Le cuento esto mientras escribo pensando en ese chico Messí que gana tanto dinero, o de otros sin nombre conocido, que por avatares ajenos, soñando participar, deben mirar estos juegos por TV

 

Tengo que rendirme ante la evidencia, en la parte deportiva no me debo meter, usted es un libro abierto, ¿de dónde saca tanta información?

 

[1]   Publicado en el periódico Informaciones Semanales de San Martín el 9/8/2008       

 

 

 

 

 

 

 


viernes, 3 de octubre de 2025

LA VERA HISTORI "LA VERA HISTORIA DE LA CHICLANERA EXPULSADA POR LA FILOXERA”


 

(VAMOS A COMENZAR UN NUEVA LOCURA A LOS 90 PIRULOS)

 

"LA VERA HISTORIA DE LA CHICLANERA EXPULSADA POR LA FILOXERA

 

INTRODUCCIÓN A LA FILOXERA

     En esta saga vamos a tratar de traer viejos recuerdos de una piba chiclanera que como tantas otras inmigrantes huyeron de La vieja Europa corridas por desgracias ajenas a su voluntad.

     Vamos a comenzar ficcionalizando un origen que si non e vero e ben trovato, como diría don Arturo Jauretche   

  

  A finales del siglo XIX Chiclana de la Fontera vecindario de Cádiz, Andalucía, España, era una zona poblada de viñedos que cultivaban los vecinos de los más distintos estratos sociales, y como toda zona medieval las castas se diferenciaban entre otras cosas por sus zonas residenciales: castillos (el de los Marqueses de Bertinatti todavía señorea entre los bodegueros modernos)   los poderosos y gobierno,  luego la buerguesía comercial en zonas altas y seguras (contra inclemencias de tiempo, bandoleros, etc.) y por último el pueblo, aquí no haremos distinciones sociales ni políticas.

     Cerca de la costa bañada por el Océano Atlántica existían las viñas que producían los mejores frutos y en una finca que arrendaba don Paco Chávez con  doña Inés su esposa, Antonio su hermano y tres hijos varones  más Leonor, la hija menor y consentida. Todos laboraban ahí,  podaban las parras, recorrían las hileras,  recogían los racimos y se cargaba en el carro tirado por mulas que llevaban a la bodega de los Torres Campana para obtener uno de los más preciados licores de  Europa: la manzanilla

     Los Torres Campana habían hecho una gran fortuna con estas exportaciones y al  patriarca de la familia don Frasco (Francisco  Miguel) la riqueza lo  hizo trastabillar de su dignidad  empresarial. Una familia típica: padre, madre, un hijo varón Pedro, ricos con placeres mundanos, cría de caballos árabes de montar, fiestas nocturnas y juego.  (Este cuento sigue).

     Los Chávez,  labriegos humildes tenía muy buena relación con los Torres Campana, en especial Leonor muchachita pizpireta, aficionada al cante jondo y los bailes de romerías que concurría en ancas del caballo de Pedro Torres Campana.  Eso ocurría en las vendimias chiclaneras para los meses de setiembre donde el fandango se baila en pareja con gran bullicio de cantos y castañuelas, que Leonor resaltaba al ritmo de la guitarra andaluza que Pedro rasgaba mientras zapateaba al compás flamenco.

       Todo era jarana entre los jóvenes durante varias vendimias mientras la adolescencia se marchaba y la filoxera se acercaba. 



      Decíamos que en la finca de los Chavez todos colaboraban al recoger los racimos, pisar las uvas,  despalillar y sacar el los hollejos para transformar el jugo en mosto y tener una entrada de dinero mayor a la sólo venta de uva a la gran bodega. Es importante destacar     que para  la elaboración de Torres Campana le llevaban los racimos seleccionados y por eso eran elegidos, sin embargo siempre quedaba un remanente  que no cumplían los requisitos mínimos y eso se aprovechaba en casa Y Leonor era la experta: La que mejor pisaba, más rápido sacaba hollejos, acondicionando mosto no había igual  y a los bodegones del pueblo Paco y Leonor iban en mula a negociar sus productos. Claro, en tanto  la muchachita intentaba cruzar al jinete de sus sueños.

Corrían los finales del siglo XIX La filoxera llegó a Europa en 1863 afectando a una viña en Francia . El botánico francés Jules Émile Planchon confirma la presencia del insecto en 1868 cuando ya están afectados otros tres focos: dos en Francia (Burdeos y Gard) y uno en Austria (Viena). A partir de allí se fue extendiendo por el resto del continente.   (File:1879-07-27, La Campana de Gracia, La situació d'Espanya.jpg)

     El insecto fue importado desde Georgia (EE. UU.) con la variedad «isabela» de vid americana, que se había traído para combatir el oídio - El oídio de la vid es una enfermedad provocada por un hongo que inverna en las yemas, en los sarmientos, las hojas y la corteza de las cepas-. que estaban sufriendo en ese momento las vides europeas. La plaga arrasó fácilmente los viñedos porque no tenían resistencia genética a la filoxera. 

LA FILOXERA EN ESPAÑA

       Para 1886 la plaga ya había invadido todos los viñedos barceloneses al norte del río Llobregat, entre 1888-1890 el Panadés y en 1892 entraba ya en la provincia de Tarragona  y Andalucía En 1901 llegaba ya a la provincia de Lérida y en 1902 saltó a Castellón. Hacia 1904, la escasez de viñas próximas a Castellón de la Plana sirvió para frenar el avance de la plaga.

     Nadie se libró en toda Europa de la peste que afectó principalmente a los viñedos. La economía general comenzó a padecer primero en los países productores, extendiéndose luego a los diferentes ramos de producción, comercios, bancos, etc.

      A los Torres Campana la plaga le ocasionó desgracias múltiples,  por un lado   la fortuna que había transformado la personalidad de sus enriquecidos componentes a través de las modas, juegos y alcohol. Por otro este vicio le jugó la peor pasada a don Frasco que en una noche de juerga, entre vahos escuchó rumores de infidelidades y sin miramientos  acuchilló a su mujer.

     Si bien en esa época los femicidios eran caratulados sólo como crímenes pasionales con escasas penas,  a Frasco Torres Campana  le costó toda su fortuna (bodega, fincas, caballos, etc). Y  no lo libró de pasar una decena de años en la cárcel Celular de Madrid  (hoy cárcel Modelo).

 


   

 Paco Chávez también sufrió la plaga. Su finca se desvastó.  La necesidad por carencias  elementales era  generacional,  recurriendo como antaño sus antepasados a cultivar los frutos de la tierra y criar animales domésticos para alimentarse, -enseñanza ancestral-, en tanto  los hombres salieron a changuear.

 

    Leonor que era la más dispuesta, también salió a buscar trabajo al pueblo y se conchabó en la bodega de Primitivo Collantes

 


'

que resistía la epidemia.  Ella en tanto  buscaba  a Pedro que había quedado destrozado por el drama familiar y la pérdida de todos sus bienes.

    Como vimos al correr de la historia Pedro había sido criado en cuna de oro, nunca estudió y lo único que sabía era de juergas y caballos. Frente al descalabro sucumbió a las malas compañías que lo buscaban por sus conocimientos de la raza caballar para hacer buenos negocios. Y se dio a la bebida.

     Leonor que supo de la tragedia lo buscó incansablemente hasta encontrarlo tendido en un zanjón borracho perdido, herido y golpeado por malandras en una trifulca por deudas de juego. Lo subió a su burro que había salvado escondiéndola en un pajar cuando la guardia civil requisaba las riquezas de los deudores.

    Doña Inés y Leonor fueron las samaritanas que volvieron a la vida a Pedro y lo arrimaron a la finca. Su bonhomía, atractiva personalidad hizo que rápidamente fuera aceptada por todos y él se sintió obligado a responder a la comunidad familiar. Entre sus habilidades mundanas sabía pescar y cazar y todos los días llegaba con bichos salvajes que vaya uno a saber dónde y cómo conseguía. Doña Inés lo esperaba con los brazos abiertos para cocinar sabrosas pitanzas.

     Incluso para alguna fiesta de guardar, a la que los chiclaneros eran muy afectos se esforzaba por ampliar la caza e invitaba algunos vecinos improvisando una romería casera con guitarra flamenca, castañuelas y cante jondo al que todos los participantes acompañaban con palmas y otros ruidos para jaranear hasta que las velas no ardieran.



     Se terminaba el siglo XIX, la plaga seguía con fuerza, la pobreza arreciaba y los hombres marchaban a América en busca de la riqueza que desde allí ostentaban sus moradores representantes de la oligarquía.

      La finca de la familia de Paco Chávez se extinguía de a poco, los  varones  partían a changuear en el puerto de Palos, algunos  se embarcaron para el nuevo mundo. Sólo don Paco ya anciano, doña Inés,  Leonor y Pedro todavía recuperándose de las heridas malvivían en las pocas tierras que quedaron de la finca luego de hipotecar el viñedo diezmado.

      La personalidad de Pedro Torres  viene bastante castigada por su origen ricachón.  Luego de las desventuras propias y familiares más la golpiza recibida que lo dejó postrado por un tiempo se vio obligado a reflexionar  y encontrar en sí mismo instrumentos que le permitieran continuar conviviendo con esa familia que tan bien lo trataba.  Dijimos que era simpático, con don de gente,  sabía cazar y pescar fabricando sus propios utensilios. Era muy inteligente y si bien no tenía educación formal adquirió gran conocimiento en las razas equinas. 

      La relación entre Pedro y Leonor se profundizaba y don Paco y doña Inés consideraban que los jóvenes estaban a punto de caramelo para formalizar algo más serio,  motivo por el cual en la primavera de 1899 se comprometen de casamiento Pedro Torres Campana y Leonor Chávez.

    Desde 1836 en Chiclana de  la Frontera se celebra la Feria y Fiesta de San Antonio que reúne a pobladores de  toda Andalucía,  y la familia de la nueva pareja quiere usar el suceso como excusa para la gran fiesta aprovechando la jarana popular, lo que haría  menos penosa la pobreza circundante.

    Llegó el momento en esta vera historia de lucir las habilidades de nuestra protagonista antes de casarla.

    Es dueña de un burro que crió a mamadera desde su nacimiento, lo llama Orejón y le obedece de tal forma que cuando ella se le acerca se arrodilla para que lo monte sin esfuerzo proporcionando un espectáculo muy festejado.

     En su adolescencia en la viña familiar aprendió el tratamiento de las uvas en todas sus especialidades: cosecha, pisado, limpieza, despalillado, orujo y mosto,  prensado, filtrado, fermentado, clarificado, embotellado y ese conocimiento fue admirado por don Primitivo Collantes que la contrató para su bodega que estaba transformando. Pasó a ser su mano derecha para las nuevas cepas que producirían.


     Semanas antes de la boda Leonor montada en su burro desde temprano llegaba a  la bodega de  los hermanos Collantes en la calle Ancha en la zona alta de la ciudad,  a trabajar en tareas fabriles que comenzaban a emplear técnicas modernas para combatir el trance epidémico. Otra bodega conocida como “El  Sanatorio”,  la de Manuel Aragón, con su enfoque en la calidad y la tradición fueron  ejemplos de la resiliencia de la industria vitivinícola durante la plaga.  Esta última con su marca El  Sanatorio llega  exultante hasta nuestro siglo XXI.


      La  crisis socio-laboral desatada en la industria vitícola  en Chiclana de la Frontera no había afectado a todos por igual.  Los ricos bodegueros europeos trajeron estacas de las viñas americanas y propugnaban quemar todo los campos infectados resembrando nuevas parras, mientras los finqueros humildes se oponían con violencia negándose a perder sus tierras que eran arrasadas furtivamente por maleantes incendiarios contratados.  

      Leonor con su burro traía productos comestibles producidos en su finca (lo que quedaba de la malaria) y luego de laborar en la bodega se unía a los feriantes mientras estimulaba a amigos para la Feria de San Antonio   sin anticipar que además se casaría.

     En tanto Pedro salía de expedición para abastecer a Doña Inés. Mientras recorría las costas del Atlántico y las marismas en busca de pescar algunos peces como pargos, dorados, meros, caballa, etc.   Un día se embarcó en el pequeño bote de un lugareño conocido y regresó con un enorme atún



pescado para alegría de la cocinera que rápidamente trozó y comenzó a aliñar para la fiesta que se acercaba velozmente.

 



     Se casaron  en la iglesia de San Juan Bautista  un 13 de junio de 1899. Por la noche hubo jarana total ya que en los alrededores del templo se levantaba la Feria con una romería popular mezclado con las nupcias. Tal encuentro le permitió a la familia Chávez disimular su pobreza aportando los manjares que doña Inés cocinó:  pasteles, tapas, bocadillos y las porciones del atún encebollado que nadie dejó de probar hasta finalizada la farra. Todo empapado con  los brebajes alcohólicos que la simpatía de Leonor consiguió que  don Primitivo donara para toda la fiesta.   La pareja  con sus mejores atuendos guitarrearon. y zapatearon hasta la madrugada y Leonor y las muchachas del pueblo le hicieron el mejor coro flamenco de castañuelas y cantoque en mucho tiempo no se oiría por Cádiz.

     Al tablao de la romería no faltaron el famoso “Silverio Franconetti”,  el mejor cantaor de su época y el “El Maestro Patiño”, guitarrista pionero de la escuela gaditana del toque. Tampoco la bailaora  "La Macarrona" (Juana Vargas)con quien la novia se trenzó en un contrapunto de castañuelas, canto y baile muy aplaudido por la concurrencia donde muchos se sumaron.  Los novios eran los principales animadores.

     Leonor y Pedro comenzaron su nueva etapa al finalizar el siglo saturados de regalos y esperanzas pero sin futuro a la vista. La comunidad chiclanera estaba agotada,  los jefes de familia emigraban y los ancianos sucumbían de tristeza.  

     Pasaron los años, nació Lola que murió pequeña, Juan Manuel (Juanito en 1904), Inés  y Perico apegados a la abuela Inés que prácticamente los crió.

     En tanto Pedro subsistía en la finca como el único hombre (don Paco Chávez falleció al nacer Juanito),  Leonor continuaba en la bodega  mientras la abuela se hacía cargo de los churumbeles y él en un momento de lucidez intentó retomar  su pasado de criador de caballos.  viendo que el burro Orejón era de muy buen porte pensó cruzarlo como padrillo para obtener mulas.  La idea fue bien recibida por su esposa y se enfocó para llevarla a cabo buscando dónde obtener yeguas aptas.  Maduró la idea del antiguo haras perdido y complicando a un viejo servidor de la exbodega Torres Campana secuestraron una yegua alzada cruzándola con Orejón.  Casi un año después –once meses es el tiempo de gestación de las yegus- la bestia parió una mula de orejas largas que Pedro reclamó de su propiedad y los nuevos propietarios del haras rechazaron acusándolo  de violador de propiedad.

       El fracaso de su proyecto lo sumió en una profunda depresión y con el objeto de evitar problemas a su familia decidió como tantos gaditanos marchar a América en busca de nuevos aires y sin muchas explicaciones una tarde de 1908 partió del puerto de Palos hacia la Argentina dejando la paga del contrato del Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico que estaba buscando  mano de obra para reforzar la empresa ante las fiestas que se avecinaban por el centenario patrio.

     La partida de Pedro dejó en gran dolor a toda la familia, especialmente a Leonor y sus hijos pequeños, aunque la paga del contrato permitió un alivio económico por bastante tiempo.

 Pedro llegó a Buenos Aires contratado por el ferrocarril de origen inglés  “Buenos Aires al Pacífico” (hoy ferrocarril San Martín) y en el Hotel de Inmigrantes lo estaba esperando un camión que los llevaría (eran muchos españoles que venían en esas condiciones) a una zona de reunión llamada El Cortijo ubicada  en terrenos  cercanos a lo que es la estación Caseros -era la playa de maniobras Alianza-.

El Cortijo, regenteado por Carrurra, un andaluz que no daba puntada sin nudo, muy rápido para timar a los recién llegados –muchos con mujeres y niños- al que Pedro rápidamente lo descalificó la vez que precisamente en el sentido de ayudar para mandar dinero a España descubrió que le había mochado una cantidad. Cuando pudo con otros compañeros de viaje y un crédito ferroviario compraron una franja de tierra de lo que era la quinta de don Pablo Giorello, un italiano que contrataba jornaleros dispuestos a desertar de la contrata transportista.

La comunidad andaluza se reunía en el Cortijo donde se armaban grandes jaleos y  romerías  amenizados por los jóvenes inmigrantes entre los que se encontraban muchos gitanos.  Las tareas en la playa de cargas era penosa, la mayoría de los trabajadores  eran cambistas obligados a subir a las formaciones en marcha,  enganchar y desenganchar las cadenas de los vagones en forma rápida antes de que los trenes lleguen a la palanca de cambios. Los accidentes eran frecuentes por lo que había muchas deserciones  y la plantilla de jornaleros se modificaba constantemente, Pedro aguantaba estoicamente, sobreviviendo para continuar recibiendo la paga, que previo descuento de los créditos recibidos, mandaba íntegramente a Chiclana. En secreto retenía una suma con el objeto de comprar pasajes y traer a su familia.

En ciertos rumores Pedro tenía mala fama por su falta de apego a la bulliciosa comunidad andaluza, pero recapitulando a través del tiempo vemos que sus recuerdos le obligaban a tales actitudes casi monacales: estaba pagando el terreno comprado a Giorello,  levantando una vivienda y pagando jornaleros albañiles, él mismo con la pala y el cucharón peonaba la construcción, en tanto sacaba pasajes de regreso de España a Buenos Aires. Su salud se resentía con justos motivos.

Al fin el gran día llegó, la carta esperada se recibió en Chiclana de la Frontera, donde la peste de la filoxera seguía haciendo estragos ya entrado el siglo XX. La alegría de Leonor se contagió en sus hijos, no así en la abuela Inés que preveía una vejez en soledad.

Corría mil novecientos diez y desde el puerto de Palos se desataban múltiples emociones: Juanito, Inés y Perico, abrazados fuertemente a la  abuela llorando inconsolablemente, el tío Antonio levantando a los niños acompañó a Leonor a subir el atado de ropas y vituallas al barco Patricio   Satrústegui para el viaje,.  Y zarparon con gran algarabía en los muelles. Los inmigrantes eran muchos que se hacinarían en la panza del buque trasatlántico que periódicamente recorría ambos mundos.  

En la película Tango Bar, Carlos Gardel canta Lejana Tierra Mía ante un grupo de pasajeros apiñados en en la clase más baja del buque. La imagen  proyectada da un exacto testimonio de las condiciones paupérrimas del trayecto, Juanito niño inquieto fue atado a una larga soga que la permitía corretear sin alejarse e Inesita aferrada a su muñeca que la abuela había vestido como algunas  lugareñas, hacían que Leonor padeciera el largo viaje con cierta serenidad.  Sin embargo el largo trayecto le permitió  crear ciertas amistades con jóvenes mujeres,  en especial María Ramos. Al caer la noche con castañuelas y palos armaban un fandango que se consolidó en el tiempo y llevaron luego que desembarcaron al Cortijo de Carrurra.  Por coincidencia entre los que compraron tierras a don Pablo Giorello estaba Manolo Estrada hijo de María Ramos, vecinos durante muchos años. Cuando se conformaron las nuevas familias argentinas allá por  de 1920 hasta 1960 en la confluencia de las calles Dante y Patricios en Villa Excelsior en Santos Lugares.

En   esta vera historia comenzamos utilizando la frase “expulsión de una joven chiclanera a causa de una peste”. En referencia al insecto de la filoxera que asoló al continente europeo durante gran parte de los siglos XIX y XX. Desarrollando las vicisitudes de los diferentes protagonistas y territorios  pudimos conocer al bicho    responsable de un azote que afectó los viñedos  de toda Europa y y por cercanía la industria vitivinícola. Saliendo de Chiclana de la Frontera,  comarca de origen de nuestra protagonista y al acercarnos a la Argentina, nos encontramos con otra industria. La ferroviaria, en la que nos detendremos algunos momentos por ser algo intrínseco a nuestro pensamiento político.

Cuando avancemos en esta vera historia descubriremos que Juanito (Juan Manuel Torres, el primogénito)  fue el padre del escriba que esto firma pero   es innecesario adelantarnos.

 

 

La “Historia de los  Ferrocarriles Argentinos” de Raúl Scalabrini Ortiz fue uno de las leyendas que acunaron algunas infancias –la mía- por padres  que padecieron las tropelías que los súbditos británicos infligían a nuestra comunidad.  Pero es inevitable retroceder entre nuestros protagonistas y una empresa depredadora como todas las británicas  en su cruzada colonial.

Vamos a comenzar por los siglos XVIII y XIX con el chileno Clark, súbdito inglés que en la avanzada de las concesiones  a las empresas de ese origen, las ferroviaras  eran pioneras. En 1878 consiguió el permiso para fundar una línea que uniera Buenos Aires y el Océano Pacífico en Chile obteniendo permiso para fijar el largo recorrido que cortaba la república. Desde Buenos Aires hasta Mendoza y que el convenio autorizaba una franja de tierra de varios kilómetros de ancho para tender las vías, instalar estaciones y playas de maniobras.  Scalabrini Ortiz cuenta que con el apoyo de políticos venales,  se lotearon tierras fiscales y se expropiaron otras privadas para fundar pueblos y grandes campos que luego sería la oligarquía agrícola-ganadera que aún perdura. Pero es necesario volver a nuestra  vera historia con los mismos protagonistas.

Pedro Torres estaba desvastado con su fracaso equino-comercial y en su búsqueda de oportunidades en el puerto de Palos se encontró con una comisión ferroviaria dirigida por Juan Anchordoqui caudillo político de Santos Lugares que se había “acercado” a los nuevos “empresarios extranjeros” y haciendo buenas migas pasó a formar parte del plantel superior ferroviario. Pedro le comentó el estado socio-laboral del pueblo andaluz,  consiguiendo un contrato para la nueva línea que se estaba fundando, con  un adelanto  importante de parné (dinero) y un pasaje de ida a Buenos Aires que partiría en los próximos días como ya contamos.


La vera historia con Pedro está llegando a su fin. Un lunes 25 de julio de 1910 en el barco Patricio   Satrústegui llegaron tras un viaje de más de un mes Leonor con 29 años cumplidos con sus hijos Juan de 6 años, Inés de tres y Pedro (Perico) de uno. 

  •  En Buenos Aires  se reencuentra con Leonor y sus hijos  que están creciendo. La  familia se fortalece en una casa en construcción.  Leonor prefirió habitarla para salir del Cortijo y ayudó a mejorar su habitabilidad. 

Ei migrante más pequeño, Perico  fallecerá poco tiempo después  por carencias alimentarias –desnutrción, hambre, bah-  Luego nace Ildelfonso Torres -todos lo llamarán Alfonso, que en su niñez tuvo una convulsión y quedó  con facultades cerebrales disminuidas.  Como vamos desarrollando esta etapa primeriza de inmigrantes en Argentina poco tiene que ver con la historia oficial de la riqueza en el Centenario. 

 En los arrabales la pobreza hacía estragos especialmente en niños, sin embargo la vida rosigue y seguirían naciendo.  Antonio fue el nuevo crío que la familia, ahora De La Torre aumentaría la prole: Juanito, Inés y Alfonso Torres, más Antonio De La Torre habitarían para l912 la casa de la esquina de las calles Dante y Patricios en villa Excelsior 

Las condiciones socio- ambientales-laborales fueron minando la salud de Pedro Torres que por un  apendicitis no atendido fallece dejando desamparada a la joven inmigrante. Era una época en que las empresas no se hacían cargo de sus empleados muertos. Juanito había cumplido los once años y algunos compañeros del muerto intercedieron ante Anchordoqui que lo conchabó como cadete en los Talleres de Alianza para llevar telegramas.

Hasta aquí llega la vera historia de Leonor la chiclanera. Ahora comenzará la etapa argentina de Leonor Chávez viuda de Torres y ahora  señora de Ramírez.

 

Cuando Pedro Torres fallece allá por 1913, Juanito el mayor de la familia no había cumplido los once años pero tuvo que salir a trabajar como cadete en los talleres ferroviarios de Alianza,  Leonor con Antonio en brazos lavaba y planchaba para algunos vecinos pero la miseria  era apremiante y y tiene cara de hereje.

Hemos dicho que era hermosa y bien dispuesta por lo que muchos vecinos recién llegados como ella comenzaron a cortejarla y tuvo que elegir. Fue Juan Ramírez, excompañero de Pedro que llegó a la casa comenzando una nueva vida marital agregando a la prole inicial tres nuevos hijos. Por ser historia contemporánea no abundaremos en ella.

Solo recordar que Juanito Torres, jefe de familia a los 11 años fue desplazado por un extraño que asumió esas funciones controvertidas por los antiguos habitantes.

Primero nació Pedro Ramirez apodado El Pibe por sus hermanos mayores y en competencia con Antonio por la escasa diferencia  etaria, luego Isabel La Piba en clara diferencia con Inés que se tuvo que hacer cargo de su crianza con los celos presumibles ante la madre compartida. Y por último Juan José El Nene, que alegraba a todos por su personalidad expansiva.

Leonor Chávez de Torres y de Ramirez transcurrió criando hijos medio siglo XX y fue abuela  de esta familia con la siguiente genealogía:

Juan Manuel Torres Casado  con Victoria Triviño, un hijo Eduardo casado con Zulema Esther (Beba)   con dos hijas Virginia divorciada con dos hijos Gianni Pablo Cignetti y Piero Butista Cignetti y Natalia Eva Torres divorciada con una hija Magdalena  heigel Torres

Ines Torres, casada con Cipriano Oderigo, dos hijos: Marta Ofelia (Tita) casada con Silvio (Tito) Boedo y con  tres hijas y Ricardo Oderigo casado

Alfonso Torres soltero

Antonio de la Torre, casado con (Ñata) Pombar dos hijos: Antonio casado y Roberto soltero

Pedro Ramirez (Pibe)  casado con   Amelia dos hijos Eduardo y Mario

Isabel Ramirez (Piba) casada con Juan (Robert) Szraka dos hijos Juan Carlos y Leonor

Juan José (Nene) casado con (Minina) con dos hijos

De este incompleto cuadro genealógico surge la numerosa prole que aquella cEhiclanera cuya azarosa vida fuera modificada por una plaga que afectó a Europa En el siglo XIX y cruzara el Océano Atlántico en la panza de un buque, Hoy en la República Argentina  se encuentra poblada por descendientes que se enorgullecen de su memoria. QEPD

Leonor Chávez de Torres y Ramirez falleció en 1961 con ochenta años cumplidos en su casa –aquella que ayudó a construir, en la intersección de las calles Dante y Patricios de villa Excelsior en Santos Lugares- rodeada de sus hijos, yernos y nueras, nietos y nietas y vecinos que la acompañaron en su larga vida. Sepultada en el cementerio de San Martín.

Quién esto escribe –nieto- acaba de cumplir noventa años reconociendo que su longevidad es genética, pidiendo disculpas por las desinformaciones producto de descuidos personales con la familia.

En Villa Ballester, a os veintiocho días del mes de setiembre del año dos milveinticinco