“NUEVAS COSAS DE NEGROS”
(Artículo publicado en el periódico Informaciones Semanales de San Martín el 23 de enero de 2010)
-Don Singu, lo veo remolón, parece que le afecta el tiempo...
-Sí, el tiempo que llevo vivido, que este año ronda por el platino.
-¿Ud. mide al tiempo por metales?
-Dicen que el platino corresponde a los setenta y cinco años, voy a ser casi centenario, un cuarto más o menos es poca cosa. Si el país celebra el bicentenario, bien puedo yo festejar el trescuarto-centenario...
-Bueno, entonces aprovecha la ocasión pa’ mangar ofrendas...
-Es verdad que ando cachazudo, en enero le estaba rajando al laburo, con pocas ganas de escribir, pero no le puedo hacer ole a las obligaciones y hay una columna que me espera...
-Sabía que las mujeres esperaban, pero las columnas...
- Comencé a refritar un artículo con un título parecido de hace dos años[[1]] pero ha ocurrido algo tan espantoso que no puedo evitar unirlo con la desgracia de nuestros hermanos haitianos.
-Estuve escuchando y mirando las imágenes del desastre y no tengo palabras, sólo un nudo en la garganta y los ojos empañados...
-Si sumamos el cataclismo natural a una población abandonada a su suerte desde siempre, podremos entender la magnitud de la desgracia.
-¿Ud. dice que el abandono aumenta las víctimas?
-El pueblo haitiano viene sufriendo no sólo el abandono sino el despojo de sus riquezas y el pretendido socorro de los Cascos Azules de la ONU no es otra cosa que fuerzas pretorianas que, con el pretexto de ayuda, mantienen un status quo de sometimiento de las masas populares de origen negro en beneficio de minorías asociadas a capitales especialmente yanquis.
-Esa respuesta parece un libelo partidista, don...
-Es la indignación, no otra cosa. Ese pueblo está pagando el pecado de ser el primer país en el mundo que abolió la esclavitud y el primero en América Latina que declaró su independencia de las potencias europeas que nos colonizaban...
-No conozco esa historia...
-Cuando Colón llegó a nuestras tierras en su primer viaje, denominó La Española a la isla que hoy cobija a Santo Domingo y Haití. La conquista no difirió de las miserabilidades conocidas, despoblándolas de riquezas y habitantes en partes iguales. Otras potencias quisieron parte del botín y Francia se afincó, avalada por un “pacto colonial” con España. Los galos, esclavistas por antonomasia, repoblaron la isla ahora con africanos que no llegaron por propia voluntad...
-Se me eriza la piel cuando en el biógrafo recrean la forma de reclutamiento y transporte de los esclavos africanos...
-Llegó a ser tan importante la población de origen afro que allá por finales del S. XVIII la diferencia era de 300 mil sobre 10 mil entre europeos y mulatos blanqueados. El trato tan inhumano provocó la rebelión y su líder Toussaint-Louverture tuvo a maltraer a españoles, ingleses y franceses durante casi una década, hasta su captura, destierro y muerte en Francia
-Bravo el muchacho, lástima su final...
-Él sembró la semilla y poco después, en 1803, Jean Jacques Dessalines, aliado con el “mulato” Pétion, los vence definitivamente en la batalla de Vertierres declarando la independencia un año después. No fue fácil mantenerla por las luchas intestinas, que siempre contaron con el decidido apoyo de las potencias sobre una clase auto denominada “dirigente” compuesta especialmente por comerciantes -blanca y mulata- sobre una población mayoritariamente afrodescendiente. Por fin, en 1915 los EE.UU. valiéndose de la doctrina Monroe, decidieron que era época de mostrar las garras y la invadieron gobernando per se o por dictadorzuelos hasta la fecha, generando una inestabilidad nunca modificada con permanentes episodios de violencia. Mientras tanto, la miseria, el abandono, la falta de asistencia médica, el hambre y la educación inexistente son el costo o pago que la “civilización” occidental y cristiana reclama a los osados esclavos que reclamaron su libertad.
-Lo entiendo en su indignación y me pregunto cuál era aquel artículo que pensaba refritar, don Singu...
-Justamente se refería a los más castigados por la esclavitud en tiempos modernos y decía:
“Cuenta Salvador Ferla[[2]] que en la época colonial todos los aparatos funcionaban “a negro” es decir que la esclavitud era la fuerza motriz que movía la sociedad entera. Le dedica un artículo muy enjundioso para comprender cómo desde Aristóteles “el esclavo era un artículo de confort hogareño, indispensable para tener la casa en orden y para que el jefe de familia pudiera dedicarse a la política y a la filosofía”
“-¿Así don, que el término “estar en negro”, “pagar en negro” proviene de la época de la esclavitud?
“-Sí, la historia es muy antigua, pero desde que los europeos entraron en contacto con el África negra, descubrieron que sus habitantes eran espectaculares para sus servicios: musculosos, resistentes, y fundamentalmente, con un color que los diferenciaba sin necesidad de otras identificaciones. La sociedad bien pensante y acomodada anterior a la revolución industrial dispuso de energía muy económica para satisfacer sus comodidades.
“No hay que olvidar que a los esclavos no se les pagaba o se les retribuía con látigos. Por lo tanto eran baratos. De ahí a “pagar en negro” es decir mal y sin responsabilidades nos retrotrae en el tiempo
-Me hizo acordar don Singulario, que en aquel artículo también hablaba del pago de los impuestos...
-Fue en referencia a una campaña contra la evasión impositiva y seguía el artículo con estas reflexiones
“Es que antes eran los “negros” los que estaban fuera de la sociedad. Desde que el mundo es mundo siempre hubo una clase que necesitó “fuerza motriz” y otra que la generó, y los gobiernos en general defendieron a la clase necesitada… de energía. Cuando la “tracción a sangre” se decide, vota y elige a quienes los van a proteger, aparecen los que no quieren pagar, a los que les gusta estar “en negro”.
“-No aclare que oscurece, don…
“-Ferla sigue contando que al decretarse la abolición de la esclavitud, los libertos pasaron a convertirse en “servicio doméstico” y entonces el vecino “decente y principal” en lugar de establecer una herrería o una panadería, se ponía un negro, no explotaba el negocio, explotaba al negro (...)”
-Lo veía remolón, pero una vez que arrancó parece que tomó esa pastillita azul para remontar su trescuarto centenario...
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