lunes, 28 de marzo de 2011

CALLE DE BELGRANO

Rumbeando pa’l Bicentenario
Calle de Belgrano  [1]
-Don Singulario, ¿no me diga que le va hacer propaganda al “ilustrísimo regidor de turno” por peatonalizar un senderito de barrio?
- Me recuerda al Mordisquito de Discépolo: contrera y despectivo. Cuando el que administra hace bien, felicite; si pifia, palos y pullas. Estamos disfrutando la modernización de la calle comercial para los que patean grimoldis, adidas y alpargatas, aunque no es a ese acontecimiento al que me refiero…
- Por ahí, en el primitivo edificio de Segba funciona nuestra universidad [2] y su referencia a las chancletas de yute me recordó aquellos cantos que las unían con los libros...
-¿...?
- Está bien don... no se chive y siga ¿qué nos va a contar?
-Cuando comenzamos a colaborar en esta columna [3] recordamos el libro de Jorge Ochoa de Eguileor, Manual de Buenos Aires 1823 en el que rescata manuscritos de autor anónimo presentando la nueva nomenclatura de la Gran Aldea que se transformaba al son de la épica revolución. Sólo tres años antes uno de nuestros más preclaros precursores había fallecido pobre, abandonado; y casi como reparación lo inmortalizaban en la misma calle que habitaba...
- Recuerdo algo, aquel fulano que escribía en gaita básico...
-¡No sea bruto! Vamos a chusmear cómo los contemporáneos, en el estilo de la época (todo sic) describían al prócer:
Calle de Belgrano. Esta calle qe el ilustre General D. Man.l Belgrano, honrró en vida con su morada, es muy justo qe despues de su muerte, siga honrrandose pa siempre con su esclarecido nombre, y con la memoria de sus virtudes.
“Nacio en esta Ciudad, fue remitido en sus tiernos años á España, donde recibio su educacion literaria, en la Universidad de Alcalá, fue grad.o en leyes, y recivido de Abogado en la Chancilleria de Valladolid. Restituido a su Patria, obtubo el empleo de Secretario del Consulado p.r nombramiento contenido en la cedula ereccional de 30 de Enero de 1794. Ya desde este destino empezó á manifestar, cuanto era el imperio q.e exercia sobre su corazon, todo lo q.e decia relacion al engrandecimiento de su Patria. El fue uno de los promovedores de la Aula de Pilotage, q.e fue preceptor el Matematico D. Pedro Cerviño, q.e poco despues fue suprimida p.r los barbaros zelos del Gobierno peninsular, siempre temeroso de los talentos americanos, en cualquier otro ramo q.e no fuese, el eclesiastico, ó el de su caos juridico.
“No desmayando p.r este contraste, nuestro decidido patriota, y haciendo utiles traducciones, ya estableciendo periodicos, en cuya redaccion tenia una parte principal, se consagró á generalizar en su Pais los conosimientos nuebos de la ciencia economica, y la mejora de la industria nacional en los ramos de Agricultura, Artes, y comercio. En este venefico empeño, lo hallo la guerra trhaida á nuestras playas p.r la nacion britanica.
-Don, se estaba refiriendo a las Invasiones Inglesas ¿no es cierto?
-Evidente, el apologista relataba la vida del insigne, sigámoslo:
“El participo del sentimiento comun de indignación, q.e escitaron en este pueblo unas hostilidades, en q.e sufriendo nosotros todos los ultrajes, no podiamos esperar otros resultados, q.e pasar de un amo á otro q.e no lo era; y contribuyó con todos sus esfuerzos, á la magnanima revolucion de conquistar esta ciudad. Poco despues empezó la creacion de los cuerpos de voluntarios q.e debian armarse p.a sostener su defensa, y tubo  una gran parte en la Legion de Patricios; sus siempre amados compatriotas de q.e fue nombrado á los principios Sarg.to mayor.
“Este cargo fue el q.e  p.r la primera vez, llamó su atencion al estudio de la guerra. Se contrajo á la lectura de las ordenanzas Militares, aprendio el manejo de las armas y las conducciones, poniendose en poco tiempo en aptitud p.a llenar su cargo, con infaltable asistencia a los egercicios doctrinales, y demas funciones respectivas. Aunq.e ya no ejercia este empleo cuando la  ciudad fue invadida p.r el General Whitelok, tomó las armas, y en calidad de Ayudante de Ordenes del General Liniers, participó de los peligros y de la gloria de su Patria en aquellos memorables días. Volvio despues de ellos al pasifico egercicio de su empleo, en el consulado y de su patriotismo en la redaccion del sabio y util periodico, titulado, Semanario de Agricultura, Industria y Comercio, y en este trabajo se hallaba cuando la acefalía de la Nacion Española, obligó á la America, a pensar su destino.
“Entonces se abrio una basta carrera á la patriotica actividad de Belgrano. Arrostrando los grandes peligros del espionage, se unio a todas las conferencias importantes de sus compatriotas, y siendo en ellas, y en todas sus conversaciones, un infatigable orador de la emancipacion americana, meresio clasificarse entre los moviles de este grandioso acontecimiento en 1810. La sansion popular lo elevó á una de las sillas del primer Gobierno el 25 de Mayo. Pocos meses estubo desempeñando este arduo  puesto, pues en el ultimo tercio del mismo año, ya marchó a la cabeza de un pequeño pero heroyco egercito, a la Provincia del Paraguay, cuyo Gefe peninsular havia alzado su brazo p.a desgarrar a la naciente Patria sobre su misma cuna. Ya hemos ablado de esta campaña baxo el nombre de Tacuarí, y alli hemos visto q.e  el cautivó a su enemigo sin haverlos vencido.
-Don Singu, cuando dice “ya hemos hablado...” ¿a qué se refiere?
-Que ya lo expuso en la calle de ese nombre…
-Ese escribidor es el precursor de nuestro amigo don Roberto Conde -un afectuoso saludo- detallando los motivos de las inserciones en el catastro.
-Déjelo continuar…
“Efecto admirable de su valor, de sus virtudes, y de su electrico patriotismo! Tanto en esta campaña, como en las q.e hizo al Perú, sus tropas fueron siempre un modelo de disciplina y moralidad. ‘Los egercitos en campaña, dice una de de sus oraciones (a [4])  siempre se han mirado en su transito como impetuosos torrentes q.e talan los campos, ó como lavas ardientes q.e convierten en ruinas cuanto se opone á su curso. Las Tropas del General Belgrano, eran mansos y pasificos ríos q.e derramando sus aguas p.r los paises p.r donde corren, dejan p.r vestigios la prosperidad y la abundancia’. Si el és un hornamento de la America p.r sus victorias de Tucuman  y Salta, no lo es menos p.r su constancia y magnanimidad en los contrastes de Vilcapujio y Ayouma.
“El atravesó el Oceano en servicio de la Patria, y estubo en las costas del Brasil y de Inglaterra. El volvio a las margenes del Río de la Plata, y sin descansar de tan penoso biage, pasó al Tucuman p.r segunda vez a reorganizar nuestro egercito, q.e havia sido batido en Sipe-sipe. El alli peroró ante el Congreso p.r la declaracion de la Independencia, y sus energicos convencimientos apresuraron este gran docum.to de la magnanimidad Americana. Siguó en fin sirviendo de antemural á aquellas Provincias contra los Egercitos enemigos del Peru, hasta que tantas fatigas lo postraron con una grave enfermedad de la cual murió en esta ciudad el 20 de junio de 1820.”
-Me hincho de fervor patriótico, don Singulario,  cuando escucho hablar de don Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús,  y hasta felicito a don Ivos. por engalanar ese caminito que lleva su nombre...
Distintas vistas de la Peatonal Belgrano, en la última durante el homenaje al maestro Fuentealba

[1] Publicado en el periódico Informaciones Semanales de San Martín el 21/11/2009
[2] UNSAM Universidad Nacional de San Martín
[3] Ver Informaciones Semanales de San Martín el 17/6/2006
[4]   (a) La del finado Padre Fray Cayetano Jose Rodriguez  (Sic del  original)

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