lunes, 28 de marzo de 2011

Pensamientos de M. Belgrano economista en 1796 sobre Materias Primas

Rumbeando p’al bicentenario
Ya en junio de 1796… [1]

"Todas las naciones cultas se esmeran en que sus materias primas no salgan de sus Estados a manufacturarse. Y todo su empeño es conseguir no darles nuevas formas sino aun a traer las materias primas del extranjero para elaborarlas y después venderlas, nuestro mismo Govierno nos lo enseña […]".

- Empezamos mal don Singulario, no me gusta meterme en política…
- Política se hace siempre, y uno está metido hasta las verijas aunque que no lo crea. Si lo dice por el epígrafe, le comento que eso, tan actual, lo escribió el Dr. Manuel Belgrano hace la friolera de 207 años -14/6/1802- como Primer Secretario del Real Consulado, justificando la industria de curtiembres.
- Disculpe don, pero como en esta época de elecciones todos tratan de llevar agua para su molino, creí…
-No sólo esta época, siempre hubo molineros acarreando agua. Lo más siniestro es que muchos se esconden haciendo como que juegan al carnaval. En este mes belgraniano vamos a encontrar apologistas que -adrede o por zonzos- ocultan los pensamientos más profundos de don Manuel, disfrazándolo tras otras actividades que, aunque reales, no correspondían a sus fueros más íntimos.
-No coincido en eso de un Belgrano embozado. Fue el más noble de nuestros héroes, hizo todo lo que la Patria le reclamó y todo lo hizo bien.
- Yo sí coincido con Ud., mire la diferencia. Nunca se encubrió, siempre se mostró a cara limpia con sus ideales, que fueron nobles y patrióticos. Me refiero a los que, tras el bronce del general guerrero, creador de la bandera, ocultaron o tergiversaron sus pensamientos humanistas como político, economista y educador.
-¡Ah, bueno! ¡Por ahí andamos mejor!
- Ud. se embala con la primera. Siempre le digo que el paisano tiene dos tiempos, ahora viene la segunda y ¡adentro! Vamos a conocerlo a través de lo que escribía en aquel secretariado, el que ejerció como abogado desde su fundación y al que nunca renunció por considerarlo un honor, ni cuando debió marchar como soldado durante la Revolución.
-Soldado que iba a hacer una honrosísima carrera por su idoneidad y valentía.
-Pero que asumió sólo por necesidad, no era su deseo. Fue el estadista comprometido que consideró la milicia como una herramienta más en el devenir revolucionario. Déjeme que traiga su pensamiento del allá y entonces, vigente más que nunca. (Sic todas las citas)
“[…] una de las primeras cosas que deberán explicarse al Labrador, es que jamás se dexe la tierra en barbecho, que el verdadero descanso de ella es la mutación de producciones, y si es posible proporcionar dos o tres cosechas al año […]”
- Estaba cuestionando la inconveniencia del monocultivo ¿no?
- Dejémoslo a él:
 “[…] No se debe menos atención a los Montes. Es indispensable poner todo cuidado y hacer los mayores esfuerzos en poblar la tierra de Árboles […] no se puede cortar Árbol ninguno por proprio que sea para los usos de Carpintería sin antes haber probado que se ha puesto otro en su lugar; añadiendo á esto que ningún habitante de la Campaña puede casarse sin presentar una Certificación de haber comenzado á cultivar un cierto número de Árboles […]”
- El general pensaba en bosques, montes, en plantar árboles para que el futuro los desmonte…
- No sea cínico, además “general” le queda chico, en todo caso el “estadista”.
“[…] Si á estos medios se agrega el establecimiento de un fondo con destino á socorrer al Labrador ya al tiempo de siembras, como a la recolección de frutos, ¿quién podrá negar que es uno de  los principales fomentos que se pueden proporcionar a la Agricultura […] No, ciertamente é (que) yo espero que por aclamación se adopte el pensamiento para evitar los grandes monopolios que en esta parte tengo noticia se executan en esta Capital, por aquellos hombres que desprendidos de todo amor hacia sus semejantes, solo aspiran á su interes particular, y nada les importa el que la clase mas util del estado, ó como dicen los Economistas, la clase productiva de la sociedad, viva en la miseria y desnudez que es consiguiente á esos procedimientos tan repugnantes á la naturaleza, y que la misma Religión y las Leyes detestan […]”
- Diferenciaba a los trabajadores del campo con los grandes especuladores, a los que les tiraba flor de patada…
- Vea como sigue:
“He visto con dolor sin salir de esta Capital una infinidad de hombres ociosos en quienes no se vé otra cosa que la miseria y desnudeces; una infinidad de familias que solo deben su subsistencia á la feracidad del País, que esta por todas partes denotando la riqueza que encierra, esto, es la abundancia; […] donde vé uno la multitud de criaturas que llegan a la edad de pubertad sin haber exercido otra cosa que la ociosidad, deben ser atendidos hasta el último punto […] infinitas materias primeras que tenemos y podemos tener con nuestra industria, pueden proporcionar mil medios de subsistencia á estas infelices gentes, que acostumbradas a vivir en la ociosidad, como llevo expuesto desde niños les es muy penoso el trabajo en la edad adulta, y ó resultan unos salteadores, ó unos Mendigos, estados seguramente deplorables que podían evitarse si se les diese auxilio desde la infancia, proporcionandoles una regular educacion que es el principio de donde resultan ya los bienes, ya los males de la Sociedad. Uno de los principales medios que se deben adoptar á este fin, son las Escuelas gratuitas á donde pudiesen los infelices mandar á sus hijos sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción; allí se les podían dictar buenas máximas, é inspirarles amor al trabajo, pues un Pueblo donde no reine este, decae el Comercio y toma su lugar la miseria; las artes que producen la abundancia que las multiplica despues en recompensa perecen, y todo en una palabra desaparece quando se abandona la industria porque se cree que no es de utilidad alguna […]”
- Don Singulario, a mí me educaron con un Belgrano diferente. Además para las escuelas gratuitas teníamos otros próceres…
- ¿Será el famoso barro de la historia…?
- ¿De dónde desembolsó esos ideas don Singu?
- Son extractos del manuscrito: “Medios generales para fomentar la Agricultura, animar la Industria, y protexer el Comercio, en un país Agricultor. Memoria que leyó el Licenciado Don Manuel Belgrano, Abogado de los Reales Consejos, y Secretario por S. M. del Real Consulado de esta Capital, en la Sesion que celebró su Junta de Gobierno el 15 de Junio del presente año 1796”. El escrito todo es invalorable y se comprende el esfuerzo que realizaba para convencer a sus interlocutores, -a los que desconsideraba íntimamente, como surge de sus memorias personales- pero que eran los usufructuarios del poder colonial de la época.
- Lo felicito don, me encanta más leer lo que escribieron los Padres de la Patria que a sus traductores posteriores. 
Rumbeando p’al Bicentenario
Materias primeras  [1]
Por  don Singulario
-La semana pasada, aprovechando este mes que se evoca a don Manuel Belgrano, recordamos algunos escritos suyos cuando era Secretario del Consulado Real de Comercio y reprodujimos un epígrafe de mucha actualidad, que hoy deseamos publicarlo entero (Sic todas las citas).
“Todas las naciones cultas se esmeran en que sus materias primeras no salgan de sus Estados a manufacturarse, y todo su empeño es conseguir no sólo darles nueva forma sino aun atraher las del Extranjero para executar lo mismo, y despues venderselas, nuestro mismo Govierno nos lo enseña con sus disposiciones de livertar de derecho á los cueros al pelo que se introduxesen del Extranjero con destino a nuestras fabricas:  bien se descubre que el fin que lleban es de tener las manos empleadas, para que consigan su bien estar, y el de atraherse las Riquezas; pues nadie ignora que la nueva coordinación, que se da á la materia primera, le da un valor en mucho exedente al que tiene sin aquella el qual queda en poder de la Nación que la manufactura, y mantiene á infinitas clases del Estado; lo que no conseguirían si se contentase con vender, cambiar, ó permutar la materia primera por las manufacturas”
- Ese epígrafe don, fue el que me hizo meter la pata con la política…
- Esa sentencia lo tomé de un libro de historia, fuera de contexto, y que al ser extractado perdió algunas palabras fundamentales modificando su sentido. Para trascribirlo fielmente es que volvimos sobre el mismo, ahora de una fuente confiable.
-Comparándolo, veo que hay una expresión muy diferente, la semana pasada decía “…conseguir no darle formas…” mientras que hoy trae Ud. “…no sólo darles nuevas formas…”
-Hablábamos del barro de la historia, y en esos charcos los chanchos se comen todo lo que encuentran, hasta las palabras. Sin embargo la historia también es oro, a veces sucio, pero oro al fin. Aquella sentencia don Manuel la emitió el 14 de junio de 1802 en su Memoria sobre el establecimiento de fábricas de curtiembres en el Virreinato, en la que aprovechaba para exponer sus lúcidos pensamientos. 
-Ud. siempre comenta que hay que leer de los originales, pero no siempre es posible encontrarlos, cuénteme cómo  se puede hacer con Belgrano, ya que hay tanto publicado.
-Los escritos de Belgrano han sido, como todo lo que no se ajustaba a las medidas de la ideología porteña, motivo de rapiña por parte de los historiógrafos oficiales cuyo patriarca, don Bartolo decidió qué cosas debían ponerse y cuál no. Le voy a contar una anécdota que el profesor, Manuel Fernández López (MFL) relata lo que le ocurrió a Roque Gondra  -que en 1923 escribiera el libro “Las ideas económicas de Manuel Belgrano”- mientras estudiaba los antecedentes en la biblioteca de Mitre;  un día pasó el general y le preguntó que hacía. Informado por aquel le dijo: no pierda el tiempo, joven, encontrará todo en mi Historia de Belgrano. Por suerte, cuenta MFL, Gondra no se desanimó y llegó a instalar la figura de Belgrano economista, que no estaba en la Historia de Mitre.
- ¿Ese Gondra publicó todo lo que Belgrano escribió sobre economía, don?
- Parece que se perdió mucho material. Le cuento que sobre el tema circulan por Internet, trabajos que realizaron los licenciados Roberto Varo y Luis A Coria “Conceptos Económicos en los Escritos de Manuel Belgrano” [2] y otro de Rodolfo Pastore para la Universidad de Quilmes [3], que son muy enjundiosos contando con abundante información, y lo que es más importante citando fuentes sumamente variadas y confiables. En ambos trabajos consideran a Gondra como el descubridor del Belgrano economista.
-Entonces…
-Como hemos comentado la historia oficial sólo pinta un Belgrano militar y el pícaro redactor histórico se “olvidó” de muchísimo más. Al decir de MVL, destacado periodista también, Gondra desconocía, cuando escribió aquel libro “economista”, la existencia de algunas traducciones hechas por el prócer como así también otras Memorias leídas en el Consulado. Incluso una descubierta hace poco, que fuera desechada por aquél, en la que el pensamiento belgraniano raya a gran altura.
-A ver si lo entiendo, don Bartolo escribió la monumental Historia de Belgrano que todos conocemos (por lo menos de nombre) y ese reportero Manuel cuenta que don Gondra descubrió que no estaba todo lo que debía estar, ¿voy bien?
-Ese “reportero” escribe la columna dominical llamada El Baúl de Manuel en un importante matutino[4], en cuanto a su síntesis en parte es correcta, siga…
-Soy de tranco cortito, hasta ahí nomás llego, no sé donde encontrar lo que escribió Belgrano…
- Existe un librito “Memorias - Manuel Belgrano” de la colección Documentos de Página /12, cuya carátula informa que fue compilado por MVL, sin mayores datos de imprenta. En él se transcriben seis memorias leídas por el Secretario del Consulado Real de Comercio entre 1796 y 1909. También en el libro de Gondra y los que comenté más arriba.
-Ahora que lo dice, me avivo que hace doscientos años de la última.
- Justo el martes que viene se cumple el bicentenario de la última Memoria leída por el egregio patriota y cuyo título tiene hoy tanta actualidad: “Los Males del Contrabando” en la que expresa, dolido por la situación imperante, estas ideas:
“[…] La destrucción, el aniquilamiento de nuestros fondos, la existencia de una multitud de estrangeros, corrompedores de nuestras costumbres, tan afianzados en su pertenencia a estos Países, que he oido decir que ya se están afincando […] me atrevo a proponer que qualificado que sea por nuestro Tribunal que un comerciante, sea quien fuere, ha hecho el contrabando, debe darle parte á esta Junta para que sea proscripto […]
-Los que lo escuchaban no debían estar muy felices, a muchos de ellos le caía el sayo ¿no?
- Era el estadista que veía la situación imperante y profetizaba:
“Si es cierto, como lo aseguran todos los Economistas, que la repartición de las riquezas hace la riqueza real y verdadera de un País, de un Estado entero, elevándolo al mayor grado de felicidad, mal podrá haberla en nuestras Provincias, quando existiendo el contrabando y con él el infernal monopolio, se reducirán las riquezas á unas quantas manos que arrancan el jugo de la Patria y la reducen á la miseria […] Así es que los vemos queriendo formar un cuerpo de comercio Inglés, unos hombres que no solo están contra nuestras leyes, sino contra las de su mismo País que les prohíbe el contrabando. Ya en sus conversaciones han llegado a decidirse a no obedecer á nuestro Tribunal, y aun a oponerse a sus determinaciones […]
- Don Singulario, el principio del párrafo parece de un discurso oficial, y en eso del contrabando desacatándose a los tribunales me suena…


[1] Publicado en el periódico Informaciones Semanales de San Martín el  13/6/2009
[2] http://www.aaep.org.ar/espa/anales/pdf_98/varo_coria.pdf
[3] http://www.bn.gov.ar/descargas/publicaciones/mat/h10.htm
[4] Página/12


[1] Publicado en el periódico Informaciones Semanales de San Martín el  6/6/2009

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