lunes, 28 de marzo de 2011

El Dr. Juan Madera denuncia el asesinato de M.Moreno

Rumbeando p’al Bicentenario
Teléfono Directo Con El Cielo (O El Infierno) [1]
“En diez y nueve de dicho mes para Continuación de la sumaria secreta mandaron los Señores comparecer á Dn. Juan Madera, y le recivieron juramento, que hizo conforme á derecho prometiendo por él decir verdad á lo que supiese y le fuera preguntado, como tambien de guardar secreto sobre las materias de que se le interrogare y respuesta qe. diere: y siendole con arreglo á la pregunta del interrogatorio. A la primera dixo, que conoció a los individuos de la lista que se le ha leido y que con ninguno de ellos le comprehenden las generales de la Ley […] A la segunda dixo, que aunque una porción de tiempo há estado ausente de esta Capital en el exercito del Perú, por lo que há oido antes y despues de su venida, solo puede indicar algunos hechos y jornadas particulares, en que han aparecido algunos Governantes en el concepto publico infractores de la sagrada confianza que en ellos havia depositado, deprimiendo y oprimiendo varios Patriotas, protegiendo y disimulando enemigos y combulsionando este Pueblo á fines suios particulares con gravísimos perjuicios de la causa pública de nuestra libertad, por la trascendencia y mal ejemplo á los demas de las Provincias y notables resultados, que todo há tenido. Tal es en primer lugar todo lo acaecido para la renuncia y separación del Dor. Dn. Mariano Moreno, originado, según se dixo, por la rivalidad que havia ocasionado entre dicho Dor. Moreno y Dn. Cornelio Saavedra la acta del seis de Diciembre de ochocientos diez en que se quitaron á este ultimo los honores, llegando la cosa al extremo de haver intentado asesinar al expresado Moreno, por cuio recelo renunció y admitió su diputacion á Londres,…”
-Don Singulario, ¿quién era ese Juan Madera que se atrevía a denunciar en esos términos, cuándo lo hacía y ante quiénes?
-Sigo trascribiendo -todo sic- este sumario frente a la Comisión de  Residencia, el 19 de julio de 1813:
“… sobre lo que há oido decir tambien, que hay una exposicion por parte del Dor. Moreno en la propia acta de la renuncia: Y que aun despues de embarcado ya para Londres, estando el declarante en Oruro por el mes de Marzo de ochocientos onze, le oió exclamar al Padre Azcorra dando gracias á Dios por la separacion del Dor. Moreno, y como asegurando su muerte en los terminos siguientes: ya está embarcado y va á morir, delante de otros varios individuos que no se acuerda, pero que procurará recordar para ponerlo en noticia de la comision. Y que ultimamente, ya por este dato, tan anticipado á la noticia de su muerte, que vino a saber el declarante á su llegada á esta ciudad en el mes de octubre, y ya por la relacion que le ha oido á su hermano Dn. Manuel de la enfermedad del emetico y dosis que se le administró por el Capitan Ingles, y de la conducta cuidadosa que este guardó para con dicho hermano y Dn. Tomas Guido que lo acompañaban, como sincerandose del hecho en exceso de la dosis, está firmemente persuadido el que declara que el Dor. Moreno fue muerto de intento por disposicion de sus enemigos…”
-Me suena que aquel santo clérigo debió tener comunicación con Tata Dios para conocer anticipadamente la noticia. ¿De donde sacó este material?
-En la Revista de la Sanidad Militar de 1945/46 el Dr. Guido E. Longoni realizó la semblanza de quien nos ocupa. En cuanto a este sumario lo toma del Archivo General de la Nación. Leg. Comisión de Residencia, fs. 35 a 39. Ahora siga leyendo porque aún no llegó lo mejor:
“…En segundo lugar dixo que consideraba oprimidos y deprimidos Patriotas en la jornada del cinco y seis de Abril, ochocientos onze, en que salieron desterrados y fueron presos y perseguidos una porcion de los principales Americanos comprometidos por la libertad del Pais, imputandoles delitos, que el declarante cree falsos enteramente de notoriedad, cuia operación, según se ha dicho, y le consta, fue dirigida por Dn. Cornelio Saavedra, siendo los instrumentos Dn. Joaquín Campana, Dn. Tomás Grigera, Dn. Martín Rodriguez, y demas que deberan resultar del proceso que sobre esto se há formado. Que el declarante como há dicho está persuadido de la parte, é influxo y direccion que tuvo Dn. Cornelio Saavedra, en que como es notorio, concurrio á aquella accion el regimiento de Patricios, de que era Coronel el mismo Dn. Cornelio Saavedra, y tambien por la precipitada venida de Dn. Diego Saavedra sin licencia del General en Marzo del mismo año, llegada á esta Capital dos ó tres dias antes á la jornada antedicha, por manera que en menos de un mes hizo su viaje desde Oruro, donde se hallaba. Ademas cree, que la operación del cinco y seis de Abril tuvo por obgeto entregar el Pais á una Potencia extrangera no solo por el destierro de los hombres, que consideraron incapaces de desistir de la libertad del Pais, sino por las razones que expondrá:…
-Este ñato, con perdón por el amable y rico [2] insulto, estaba resuelto y no andaba con chiquitas, no me diga don, que pensaba denunciar algunos proditores[3] (como Ud. dijo alguna vez que se les decía a los que se pasan de bando))
-Estaba siendo investigado en una época muy complicada, cuando la Patria estaba en pañales y sus hombres apasionados tomaban partidos contrapuestos, no me cabe duda de la honestidad y compromiso de muchos como así también de los intereses de algunos otros perversos. Sigue:
“…Dn. Cornelio Saavedra y el Dean Funes sostenian correspondencia con Dn. Domingo Tristan, y  este haviendo recivido la carta oficial del suceso del cinco, la remitió con celeridad á Dn. Francisco Rivero, Governador de Cochabamba, residente entonces en el lugar que llaman Caguiviri en donde igualmente se hallaba Dn. Juan Antonio Argerich, Capitan de una compañía que se hallaba destacada en dicho lugar: en el oficio, que le remitia dicho Tristan á Rivero incluia un papel de su letra, en que le decia, que ahora mas que nunca debia sostener al Gobierno, y que ya havian salido los que querian cosas que no podian verificarse, y haviendo hecho impresión este papel á Dn. Francisco Rivero, lo remito con dicho Capitan Argerich al campamento general de Laja, donde se hallaba Dn. Juan José Castelli: Que además save por una carta  escrita al oficial  real de la Paz Dn. N Montaño, en que le persuadia Tristan, á que bolviese á su destino, pues que, su primo Goineche le protegeria, que todo se concluiria pues ahora iba a tratar con los virtuosos Saavedra y Funes, cuia carta podrá exigirse á dicho sugeto, pues el declarante la há visto, y como por las cartas oficiales de Dn. Juan José Castelli con el General Goieneche sabía, que las miras de este eran entregar el Pais a una nación estrangera, y como es notoria la identidad de sentimientos en este asunto de Dn. Domingo Tristán, no duda, que calculada por este la operación del cinco y seis de Abril, como la epoca mas brillante de la revolución por la remision del papel á Dn. Francisco Rivero, y por la carta de este á Dn. N. Montaño, como por la correspondencia que sostenían Funes y Saavedra que estarian de acuerdo…
-Don, se me hace una gran confusión, en los libros me cuentan que entre los godos estaban Tristán y Goyeneche entre otros y por la Revolución muchos de los que nombró. Entonces no entiendo eso de las cartas. ¿Ud. dice que se escribían cartas entre los enemigos?
- Era una época convulsionada donde estaban todos mezclados, coloniales, revolucionarios y oportunistas. No había Internet y el modo de comunicación natural eran las cartas.
- Este Madera… ¿no sería otro testigo plantado para empiojar la situación? Aquí tenemos bastante experiencia en esto. Lo que contó era bien picante…
- Espere un poco, el sumario no terminó, y Madera le mete quinta a fondo… la semana que viene se la sigo.
Rumbeando p’al Bicentenario
No Eran De Madera… [1]

-Don, la semana pasada garrapateó un asunto bastante escabroso, fui a buscar en los libros de Historia a ver si lo confirmaban, y ese fulano Madera no apareció por ningún lado.
- Continúo con aquella deposición sumarial que muestra una faceta poco transitada en esos aciagos momentos. Habíamos concluido cuando, como testigo,  involucraba al Deán Funes y a Saavedra en connivencia con los godos; vea como sigue (todo sic):
“…Que con respecto á la tolerancia con los enemigos dice, que haviendo pedido el Cavildo de Potosi á Dn. Juan Castelli se expatriasen los europeos enemigos, y verificado su estrañamiento, sucedió que fueron perdonados y mandados bolver á Potosi por orden del Gobierno de Buenos Aires contra el sentimiento de todos los buenos Patriotas, y con notable perjuicio a la causa publica; pues en el mes de mayo de mil ochocientos onze formaron estos una horrorosa conspiración, en que fueron sorprendidos en el lugar que llaman el Beaterios de Copacabana, haviendo hecho fuego y resistencia, que estos individuos no se castigaron y lo mismo sucedió en Charcas con los expatriados europeos enemigos, y lo mismo huviera sucedido con los insurgentes Sanz, Nieto, y Cordova, si Dn. Juan José Castelli no los huviera executado, según las ordenes que tenia, pues inmediatamente que salio el Dor. Moreno y se incorporaron los Diputados, se remitio un expreso, en que se perdonaba á dichos reos, y se mandaba a Castelli no excutase mas á nadie:
-Un libro de mi nieto enseña que con la salida de Moreno del gobierno patrio, la Junta morigeró sus actitudes violentas porque comenzaron a desaparecer los jacobinos amantes al degüello…
-…de los contrarrevolucionarios. Dicen bien porque en esa época muchos leales desaparecieron -no inició las desapariciones “El Proceso”-. Lo que no señalan esos libros es que comenzaría el degüello de los patriotas… Continuemos con los testigos de la época, teñidos de pasión, pero más fieles a los acontecimientos. Eran menos mezquinos que quienes los historiaron luego.
“…Que con respecto á la mala dirección de las tropas del exercito, cree que el Gobierno obró mal y expuso a la Patria á su total destruccion despues de la batalla de Tucuman, en que el general vencedor pedia auxilios, y en que la voluntad general del pueblo lo pedia publicamente en no remitir ningun auxilio, engañando al mismo Pueblo que ya se havian dado ordenes para que saliesen las tropas del Arroio de la China, que esto no se verificó hasta la instalacion del Gobierno de ocho de Octubre. Ademas hace referencia igualmente a los demas sucesos que se expresan en el manifiesto de tantos de Octubre: que es cuanto puede declarar sobre los particulares de la pregunta, agregando que podrá dentro de algun tiempo presentar documentos comprobantes de sus dichos. […] A la quinta dixo, que tiene por publico y notorio lo que há declarado; y que todo es la verdad en cargo del juramento que há prestado en que se afirmó….”
-¡Qué interesante que traiga aquellos documentos en ortografía original, sus modismos, giros y faltas! ¡Hay que entender el estado de ánimo de aquellos actores-espectadores del drama épico que se representaba!
-Ud. dice bien: “ánimo”, pues en tanto él declaraba, su mujer agonizante moriría dos días después. ¡Qué fortaleza debían tener esos militantes patriotas para soportar tantos sinsabores!
-En aquella declaración narra sobre el Alto Perú y deja entender conocimientos militares y diplomáticos. ¿Era un abogado seducido como Belgrano, Castelli, Monteagudo y otros que abandonaron su profesión por la revolución?
-Era médico y su trayectoria fue múltiple: Nació en Buenos Aires (1872) de padres criollos, bautizado con el nombre de Juan de Dios por el santo del calendario, estudió en el Colegio San Carlos actual Nacional Buenos Aires dirigiendo sus inquietudes a la filosofía, y cuando en 1801 se inauguran las clases de anatomía y cirugía en el Tribunal del Real Protomedicato modifica su futuro, egresando obligatoriamente para atender a las víctimas de los piratas que invadieron el poblado.
-Don Singulario, no sabía esa de piratas en la ciudad
-Se conoce como Invasiones Inglesas, eufemismo elegante si los hay, en la que tuvo activa participación como médico, siendo posteriormente nombrado por Liniers cirujano de Patricios. Por sus estudios conocía a Voltaire y Rouseau solazándose en fogosas tertulias con otros jóvenes como Castelli y Moreno, firmando el célebre petitorio del 24 de mayo. El 16 de junio recibe el nombramiento de Cirujano Primero de la Expedición Libertadora al Alto Perú. Con su actividad -completa el contingente con un ayudante, boticario y sangradores -  funda sin saberlo, lo que hoy se conoce como “Sanidad Militar”. Acompaña al ejército libertador en calidad de civil no estando autorizado al uso de uniforme, que solicita en reiteradas oportunidades siendo aceptado recién en 1813.
-Es uno de los hombres de la Revolución...
-Participó en el magnífico triunfo de Suipacha y también en las derrotas patrias, no sólo curando, sino testimoniando, tanto de las acciones militares como de las intrigas que se tejían en conventos y hospitales. Aquella época, contada por sus protagonistas es tan rica que Hollywood se haría una panzada.
-Claro, sería como las historias del Zorro…[2]
-…o como la de tantos que ayudaron a forjar nuestra nacionalidad. El cine nacional los tiene bastante descuidados, ignorados, o peor haciéndolos de bronce. El Dr. Juan Madera merece ser recordado por su vida en pro de la comunidad. Su corto pero intensa dinamismo -murió en 1829 a los cuarenta y siete años- fue fecundo. Participó como vacunador, combatió la hidrofobia, previno la fiebre amarilla, la viruela y el maltrato infantil en su paso por la Casa de Expósitos. Fue uno de los fundadores de la Facultad y de la Academia de Medicina; catedrático nombrado por Dorrego y muchas actividades más.
- ¡Con razón los porteños al nuevo barrio pitucón lo bautizaron con su nombre!
- ¡Pare mano compañero! Los porteños lo ignoran pese a haber nacido en el barrio de Montserrat y ni una miserable calle lo recuerda. El distinguido distrito que Ud. menciona lleva el nombre de Puerto Madero, en homenaje a Eduardo Madero.
- Perdone la pifiada, tanto lío por una letra, lo internetizamos como Mader@ y todo arreglado.
- Incorregible. Pero aprovecho la oportunidad de su chantada. Nuestro insigne Mariano Moreno los juntó en alguna encrucijada del destino y de nuestras notas.
- No lo comprendo…
- Juan de Dios Madera, doctor en medicina, coetáneo y cofrade de don Mariano, denunciando al sacerdote clarividente del magnicidio naval propuesto por el autor del “se necesitaba tanta agua para apagar tanto fuego[3]”.  En tanto Eduardo Madero, comerciante, ingeniero e historiador, encontrando la copia “desaparecida” del Plan de Operaciones rescatándolo para la historia.



[1] [1] Publicado en el periódico Informaciones Semanales de San Martín el 23/5/2009
[2] Referencia a otros artículos pubicados
[3] Según la historia oficial expresión del Cornelio Saavedra.


[1] Publicado en el periódico Informaciones Semanales de San Martín el 16/5/2009
[2] En referencia al militar carapintada Aldo Rico (a) el Ñato
[3] Traidores

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